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—¡No puede ser maldición!—gruño estampando los puños en la mesa, sorprendiendo a quienes estaban ahí escuchando las malas noticias.

Mingyu le miraba apenado, los miembros de su consejo estaban incrédulos de la noticia que habían escuchado, dejaron de lado sus diferencias y acudieron al rey quien era el único que podría ayudarles en esos momentos crítico.

—He revisado cinco veces, el fondo para desastres y el de contención no está, nos han robado.

—Me estas diciendo que una enorme cantidad de oro ha desaparecido de la noche a la mañana ¿Es eso creible? —masculló frustrado—. ¿Quienes tenían acceso a la bóveda?

—Siwon, Taehyung y yo señor—bajo la mirada—. Pero usted sabe, que dos personas de esa lista jamás se atreverían a hacerle algo así, mucho menos al reino. 

Jungkook bufó comprendiendo a qué se refería. —¿Dónde está Siwon?

El consejo miró a las personas a su alrededor buscando al nombrado, pero al no encontrarlo la realidad golpeó sus rostros de forma violenta, jamás imaginaran que alguien del consejo, quien había servido a la corona durante años ahora estuviese conspirando contra el reino.

—¡Traición! —gritó uno lleno de cólera.

Jungkook apretó la mandíbula, estaba mareado del coraje. —Quiero que lo encuentren y lo traigan hasta mi—gruño después miró a Mingyu y le indicó que le siguiera—. Esperen aquí.

Salieron del salón con rapidez, el castaño alto trataba de seguirle el paso al monarca que lo único que pensaba en esos momentos era en destrozar a alguien, odiaba las traiciones, más si venían de su propio círculo. Al pasar por una de las salas inferiores paró en seco, se volvió a la puerta y la abrió de inmediato. Mingyu sabía que el rey en un estado de inconsciente molestia podría ser un gran peligro y rogó al cielo que el pequeño rubio de ojos tristes no estuviera en aquella sala de entretenimiento, sin embargo, al entrar trago al verlo sentado mirando al rey con una singular sorpresa.

—Sígueme—ordenó Jungkook  con la mirada fría y guardando su distancia, porque en todo ese tiempo ellos no habían mantenido contacto a menos que fuera extrictamente necesario, como lo era ese momento.

—¿A dónde? —preguntó dejando de lado sus cosas y poniéndose de pie con obediencia.

—No preguntes sólo camina—dijo antes de salir de la habitación.

Caminaron por un pasillo amplio,
Taehyung de inmediato supo a donde se dirigían. Era la parte posterior del castillo aquella que los llevaba al subterráneo, solo una vez había estado en ese lugar y fue para ayudar a Mingyu con el inventario. Los tres ingresaron con un llave que Mingyu llevaba en su poder. Entraron, al principio no pudo encontrar nada diferente, pero después de hacer memoria abrió los ojos sorprendido.

—El cofre—susurró señalando una esquina que era dónde estaba el cofre con el oro que usarían para comprar los suministros que necesitaban para pasar el invierno—. ¿Dónde está?

—Nos han robado—soltó sin mirarle—. Fue Siwon y antes de que pidas los detalles quiero que sepas que no estás aquí para eso, necesito que nos ayudes a hacer un inventario nuevo y que me digas cuáles van a ser las consecuencias. Necesito eso para esta noche.

Miró a ambos quienes a su vez asentían pensativos, dentro de ellos la furia florecía, Siwon había cometido un acto egoísta y atroz contra el reino y sus habitantes, quienes sin aquellos suministros podrían morir en el crudo invierno. 

—Son las únicas personas en las que confío en estos momentos—dijo Jungkook nuevamente desviando la mirada de Taehyung—. Sólo denme el informe, yo buscare a Siwon, no debe estar lejos.

El Rey De Hielo  *KookV* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora