Taehyung se sentó en la cama, habían llegado hace algunas horas y la noche no tardaba en arribar, sobre todo porque estaban en invierno, donde los días eran más cortos y las noches mas largas y solitarias.
No estaba ninguna de sus damas cerca, porque después de regresar les había pedido tiempo a solas para descansar, a pesar de que estas estaban ansiosas por saber sobre el viaje, él quería contarles, pero aún no estaba listo para revelar lo que pasaría. Pudo dormir un poco, porque la ansiedad le hacia despertar a todo momento, había un asunto pendiente que revisar antes de partir por la mañana.
Se levantó usando la pijama, se puso un abrigo caliente para andar en el castillo y salió de la habitación. Aparentemente no había nadie cerca lo cual agradeció, sabía que posiblemente Jungkook estaría en el despacho arreglando algunas cosas, avanzó a paso lento, postergando el tiempo, necesitaba pensar lo que diría y haría, pero su mente le estaba jugando mal, ya que se encontraba en blanco, cuando llegó a la puerta de madera oscura tocó, sinriendo las náuseas en la boca de su estómago.
—¡Adelante! —escuchó desde dentro.
Abrió la puerta y entró, la atmósfera era sobria, la chimenea estaba encendida y era lo único que alumbraba la habitación. Jungkook estaba sentado en unos de los sillones de la salita, el olor a alcohol inundó sus fosas nasales, no sabía cuánto tenía bebiendo, pero por las botellas semi vacías en la mesa, diría que era un tiempo considerable, se quedó en la entrada, Jungkook al verlo bajo la copa y el papel que llevaba en la mano y le miró extrañado.
—¿Qué haces aquí? Pensé que estabas descansando, deberías de hacerlo mañana viajas temprano al castillo de la Villa.
La seriedad de su voz le molestó, una persona despechada era peligrosa y Taehyung no se quedaría callado esa noche, porque estaba cansado, desechó y se sentía usado, como un juguete que era lanzado a la basura debido al aburrimiento.
—Necesitamos hablar—dijo con la poca estabilidad que le quedaba—. Creo se debes saber que no me iré, declinó tu orden.
Jungkook levantó una ceja y bufó de forma divertida al escucharlo había bebido demasiado. —Eso no lo decides tú sino yo, ahora vete a descansar que partes temprano.
—Claro que lo decido yo, ¿Has olvidado las leyes de tu propio reino? No puedo salir del castillo si llevo en mi vientre al heredero del Norte ¿No lo entiendes? Aunque quieras deshacerte de mí no puedes a menos que quieras ir contra el consejo o peor aún contra la memoria de tu padre que fue quien creó estás leyes.
—Eres más listo de lo que los demás piensan y tienes una lengua filosa cuando lo deseas—rio por lo bajo—. Pero no te comparas conmigo. No te quiero aquí, así que te irás por la mañana ¿Quieres irte con tranquilidad o peleando una guerra que no vas a ganar?
Taehyung negó chasqueando la lengua y le miró con furia contenida. —He hecho todo por ti, llegué a los diecisiete años y te entregué todo, ya no me queda nada, mucho menos dignidad ¿Cómo quiero hacer esto? ¿Acaso te has escuchado? ¡¿Qué carajo piensas que soy?! Un maldito juguete que puedes usar a tu antojo, no tienes idea de todo lo que te he soportado Jeon—gruñó con los puños cerrados—. Soporté tus malos tratos, tus miradas respectivas, tus comentarios hirientes, tu frialdad, la infidelidad y que me tomaras cuando quisieras sin siquiera hablarme o mirarme a la cara ¡¿Eso no ha sido suficiente?!
Jungkook extrañado por el comportamiento de su esposo se puso de pie, tenía que pararlo antes de que algo malo ocurriera, porque estaba ebrio y Taehyung molesto.
—Basta Taehyung—dijo ordenando calma, pero eso sólo empeoró el estado del rubio, quien comenzó a reír entre lágrimas.
—¡Basta tu! Sólo dime qué te he hecho ¿Qué hice para que me odiaras tanto?

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El Rey De Hielo *KookV*
Fanfiction"SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA DE LOS REYES" Y cuando sus manos lo tocaron sintió el calor del hielo, sus ojos grises lo examinaron mirando en su interior y con una sonrisa beso su cuello haciéndolo arquear la espalda desesperado. -¿Qué tanto lo deseas...