El Rey De Hielo *KookV*

05

—¿Por qué no puede amarme? 

Jungkook le miró consternado por unos momentos, era para él un hecho nuevo el que Taehyung dijera en voz alta aquella pregunta que había rondado alrededor de su relación desde el principio, le había tomado por sorpresa, se dio cuenta entonces que su esposo ya no era el muchacho asustado por hablar, últimamente lo estaba haciendo con mayor constancia, dejando en él un mal sabor de boca.

—No vamos a hablar de esto ahora—dijo firme, sin dejarse embaucar por aquellos ojos que le miraban perdidos—. Déjame solo, por favor.

Taehyung tragó en seco y negó ligeramente, era la primera vez que se negaba y le asustaba las consecuencias que eso podía causar. — Sólo deme una respuesta, necesito una simple respuesta ¿Por qué no puede amarme? ¿Qué me hace falta? Yo, necesito saberlo.

—No Taehyung—gruñó levantándose y caminando hasta la ventana, miró hacia afuera, evitando por completo su mirada—. No vamos a hablar de esto, así que por favor vete, tengo mucho trabajo por hacer.

—Pero...—balbuceo.

—Sin peros—sentenció de inmediato—. Sabemos que es lo correcto y cómo funciona  nuestra relación. No tenemos que buscar una respuesta que no existe.

A diferencia de lo que Jungkook pedía él no se movió de la silla, al contrarío, se plantó como un árbol, no deseaba retroceder, tenía que sacar aquello que se clavaba en su pecho y le hacía experimentar un dolor sangrante en su interior, esa pregunta por mucho tiempo le hizo sentirse inadecuado y perdido. Miró la espalda de su esposo, aquella que arañaba con fuerza durante sus noches de pasión, pensó así en la dualidad del rey, era una persona completamente diferente en la cama, algunas veces, las tenues caricias en su cabello o los besos repartidos en su cuello le hacían creer que dentro de Jungkook había un espacio destinado para amarle, sin embargo, mirándolo de esa manera sus estúpidos sentimientos lo traicionaban humillándolo nuevamente ante una fantasía que jamás podría hacer realidad.

—¿Tanto me odias? —susurró en voz baja, dejando de lado las formalidades, hablando como deseaba haberlo hecho hace mucho tiempo.

Jungkook quien lo escuchó apenas cerró los ojos con fuerza. —Sabes la respuesta Taehyung, no quiero repetirlo, a diferencia de lo que puedes pensar no me satisface hacerte daño, no entiendo tu repentina exigencia, las cosas siempre fueron claras entre nosotros, desde que nos conocimos sabíamos que el amor no florecería. Sólo estamos unidos por un contrato, por un beneficio propio, nuestra única manera de relacionarnos es ajena a cualquier cosa romántica.

—¡Porque no me diste la oportunidad! —soltó desesperado al momento de levantarse indignado, una de las malas costumbres de su rey era inferir por los dos, lo vio darse la vuelta y mirarlo con seriedad, había roto una regla importante, le faltó al respeto gritando, pero no podía evitar sentirse molesto—. Tú siempre hablas de esto, de que no podemos amarnos, yo...sólo no hables por mí—suspiró bajando la mirada acobardándose en un momento crucial, terminando como siempre mostrando debilidad—. Antes no era así, fuiste tú el que dijiste que intentaríamos amarnos, sé que ninguno quiso esto, pero ni siquiera has tratado de conocerme.

—Creo que te conozco muy bien—sonrió ladino intentando desviar la atención. No podía evitar sentir una punzada de excitación al verlo hablar por su propia voz.

Las mejillas de Taehyung se tiñeron de carmín, pero negó. —No me refiero a eso—mascullo por lo bajo—. Por favor, es importante y... 

—¿De verdad? Porque he encontrado nuestros últimos encuentros muy interesantes llegando a ser educativos ¿Por qué no aceptar que es la única manera que tenemos para convivir?