"SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA DE LOS REYES"
Y cuando sus manos lo tocaron sintió el calor del hielo, sus ojos grises lo examinaron mirando en su interior y con una sonrisa beso su cuello haciéndolo arquear la espalda desesperado.
-¿Qué tanto lo deseas...
—El rey está en estado—anunció el curandero real con una mirada llena de mortificación.
Jungkook apretó la mandíbula y empuñó las manos. Se levantó bajo la atenta mirada de sus generales, estos temían por el pobre rey que ahora se encontraba muy enfermo en cama. No espero, después de un escándalo subió los grandes escalones y no se detuvo hasta llegar a los apocentos de su esposo. Una vez ahí abrió la puerta y lo miró enfurecido. Sus ojos estaban sobre su cuerpo delicado y enfermo, los ojos azules que le regresaron la mirada se encontraban temerosos y opacos.
—¡¿Estas embarazado?! —bramó cegado por la furia.
El rubio que se encontraba recostado en la cama le miró alarmado, porque todos sus miedos ahora se estaban haciendo realidad. —Lo...lo siento rey...Jungkook.
—¡Maldición! Teníamos un trato ¿Cómo pudiste permitir esto?
No supo qué responder, simplemente bajo la mirada dolido, porque sí, había fallado al juramento, ahora lo poco que había ganado estaba completamente perdido. Sus ojos se llenaron de lágrimas no pudiendo evitar sollozar.
—Si antes te odiaba ahora te aborrezco, ese niño al igual que tú morirán, porque estas podrido, no podrás traerlo a la vida ¡Eres un inútil! —gruñó fúrico antes de salir azotando la puerta, dejando a un pobre corazón destrozado por el rechazo y el desamor.
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