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Taehyung se movió en la cama sin poder pegar un ojo en toda la noche, hizo un puchero antes de levantarse, era muy tarde y estaba hambriento, su bebé Beom no dejaba de moverse y patear, confirmaba que después de que su vientre creciera más y más, le sería imposible dormir tranquilo, eso no le molestaba realmente, porque quería decir que estaba a poco tiempo de conocer a su hijo.

—Vamos bebé es muy tarde—repetía, pero ya se estaba poniendo la bata.

Jungkook no estaba en la cama, posiblemente aún terminaba los pendientes de esa semana y eso le daba el tiempo para escabullirse por los pasillos hasta la cocina.

Habían pasado algunos días desde que Jungkook y él pasaron esa tarde en la casita de campo, muchas cosas habían cambiado, empezando con que mantenía su postura más abierta, eso quería decir que le daba el beneficio de la duda a su esposo quién se esforzaba todos los días por hacerlo sentir mejor. Una de las cosas que Jungkook había hecho por él era incluirlo en las sesiones del consejo. Al principio no comprendió la razón, pero poco a poco se daba cuenta que lo hizo para hacerlo sentir más influyente. Se portaba muy amable y comprensivo, preguntaba sobre el bebé y le ayudaba a dormir, Taehyung había estado experimentando extrañas pesadillas, soñaba que perdía a su bebé y eso le ponía nervioso así que prefería dormir acompañado. Jungkook no sabía el contenido de los sueños, pero se quedaba a su lado.

Salió con cautela de la habitación, no quería despertar a nadie no le gustaba ser una molestia, casi cumplía los siete meses y en menos de lo que se imaginaba sus escapadas nocturnas serían imposibles. Caminaba por el pasillo cuando vio a una figura acercarse, se quedó estático.

—¿Eres un fantasma? —preguntó sintiéndose un idiota.

Como respuesta escucho una risa que le alertó. —No—Jungkook se acercó hasta quedar a algunos pasos y ser visible con la lámpara de mano que llevaba—. ¿Qtue haces levantado? ¿Te sientes mal?

Negó avergonzado. —No, es sólo...

—¿Entonces? ¿Hacia dónde te dirigías? —interrogó levantando la ceja.

Taehyung hizo un puchero no gustandole la idea de haber sido descubierto en su plan imperfecto. No contestó por lo que Jungkook se acercó hasta tomarlo de los hombros y acariciar con su pulgar las clavículas.

—Tae ¿Qué pasa? —preguntó preocupado.

—Nada.. sólo tenía hambre—susurró sin mirarlo.

Jungkook suspiró relajándose y rio por lo bajo. —Así que ibas a hurtadillas a la cocina como vil ladrón—negó divertido antes de tomarlo de la mano y conducirlo hasta las escaleras.

—Yo...de verdad me iba a aguantar, pero sabes cómo es Beom de insistente, es muy terco seguro que se parece a ti—chasqueo la lengua.

—¿Qué esperabas? Es mi hijo

Aquella declaración burlesca y orgullosa hizo a Taehyung sentir su pecho cálido, le gustaba escuchar a Jungkook referirse a su hijo cómo alguien esperado y querido para él. Fue ese sentimiento de pertenencia que le indicaba que las cosas estaban mejorando

Llegaron a la cocina y Jungkook le sento en uno de los taburetes de la barra. —¿Qué deseas comer? Que no sea muy pesado o tendras pesadillas.

—Galletas y leche—sonrió de manera infantil.

Jungkook asintió y buscó entre las cosas cercanas, no encontró galletas, pero sí pan y mermelada de higo, no había leche fresca, pero quedaba poca en la vasija. Iba a mandar a traer más por la mañana. Puso las cosas frente a Taehyung quien tomó de inmediato el pan untado con la mermelada y lo llevo a su boca saboreando el dulzor de este.

El Rey De Hielo  *KookV* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora