Mingyu entró a su oficina temprano por la mañana, llevaba en sus manos los preparativos en los que había trabajado con entusiasmo, recibiendo una buena ayuda, que no había esperado jamás, se acercó a él y los puso en su escritorio con una sonrisa de suficiencia.
—He terminado—anunció—. Aquí tienes, nos tomó tres semanas pero esta hecho.
Jungkook tomó los papeles y rápidamente los miró, repasaba cada plan de contención, además de un inventario detallado de las cosas que tenían para repartir al reino y lo que haría falta conseguir para antes del invierno, esto tomando en cuenta las adquisiciones de cada familia, mordió su labio inferior evitando sonreír.
—Estoy impresionado—aceptó—. Has hecho un gran trabajo con el inventario, es muy exacto. No ayudará mucho.
—Eso fue gracias a su alteza, que nos ayudó a acercarnos a las familias, ha trabajado mucho estas semanas, verlo es increíble Jungkook, creo que cualquiera que lo conoce queda completamente encantado con él, el reino lo ama.
El pelinegro asintió, entendiendo el inmenso cansancio que había presentado su esposo los últimos días. Cuando llegaba al lecho, Taehyung dormía sin saber del mundo que le rodeaba, él se quedaba observándolo unos momentos antes de caer dormido a su lado.
—Ahora entiendo—susurró cambiando su gesto por uno más tranquilo y ameno.
—Wooow, nunca creí ver esa mirada en ti ¿Por fin vas a aceptar que lo amas? —preguntó Mingyu levantando la ceja divertido por las reacciones de Jungkook.
—No, no tiene nada que ver con el amor, es sólo gratitud—gruño—. Ahora ve a trabajar, que por la tarde tienes que mostrarle esto al consejo.
—Entre más rápido lo aceptes es mucho mejor, Taehyung es maravilloso, debería ser tratado con amor—sonrió al recordar el buen equipo que habían hecho juntos.
Jungkook no dijo nada, pero en su interior la voz que le había estado molestado por las últimas semanas volvió a hostigar sus pensamientos, él sabía que Taehyung era un muchacho educado y apuesto, pero sus miedos no le dejaban ver más allá. Pero, su corazón estaba hirviendo por él, cada día sentía una nueva escala en su necesidad por tenerlo cerca, pensaba en él y añoraba pasar tiempo a su lado mirándolo o escuchándolo, aquello era nuevo y perturbada su mente.
Jungkook caminó tranquilamente a los establos, según Solar su esposo había decidido estar con su caballo esa tarde antes de la cena, quería hacer parecer todo una casualidad, pero a veces tenía que recurrir a pedir información porque no lograba encontrar a Taehyung, verlo le traía tranquilidad, había cosas que no estaba dispuesto a admitir, sin embargo, no dejaba de hacerlo. Entró al establo en completo silencio y le vio cepillado al caballo con cariño. Sonrió de inmediato, era imposible que Taehyung fuera tan buena persona incluso con un caballo, eso le traía una oleada de ternura.
—Taehyung—llamó y dio algunos pasos hacia él, su distracción le hizo tropezar con unas cajas, estas cayeron al suelo haciendo un gran estruendo, lo último que escuchó fue un grito que le heló la sangre.
Taehyung escuchó el llamado y fue distraído de lo que hacia, antes de escuchar el estruendo el caballo asustado emprendió el viaje fuera del establo, pero la correa de este se enredó en su pierna derecha. Gritó antes de caer con un terrible golpe en la espalda, trato de agarrarse de algo, pero fue imposible, iba a gran velocidad.
Jungkook gritaba para que lo pararán mientras él era arrastrado en la tierra del jardín trasero, su primer instinto fue tomar su cabeza para no ser golpeado, pero algo más le preocupó así que enredó sus brazos alrededor de su estómago. Fue por instinto no lo pensó realmente, su miedo estaba vigente en su mente mientras el animal lo arrastraba.
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El Rey De Hielo *KookV*
Fiksi Penggemar"SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA DE LOS REYES" Y cuando sus manos lo tocaron sintió el calor del hielo, sus ojos grises lo examinaron mirando en su interior y con una sonrisa beso su cuello haciéndolo arquear la espalda desesperado. -¿Qué tanto lo deseas...