El Rey De Hielo *KookV*

14

Hace seis años...

Cerró los ojos con incomodidad, esa noche Jungkook estaba siendo más brusco de lo normal, agarró la almohada con fuerza y mordió su labio inferior, normalmente le gustaba estar con su esposo, pero cuando este llegaba al lecho muerto en alcohol todo era diferente, no era cuidadoso y dolía, pero quejarse o detenerlo era impropio, porque era su deber atenderlo, no importaba la circunstancia.

—¿Lo disfrutas? —gruñó al tiempo que le dio la vuelta y lo tomó de la mejilla haciendo que le mirara—. Responde.

—S..si—susurro ahogado porque todo el peso de su cuerpo estaba aplastando su pecho—. Lo...lo hago.

—¿Y por que tienes una mueca? ¿Por qué tienes los ojos llorosos? —a pesar del alcohol Jungkook quien era menos expresivo sucumbió ante los ojos llorosos de su esposo y salió de su interior, beso su frente y se volteó—. Buenas noches.

Taehyung podría describir aquella escena como humillante y dolorosa, su pecho se oprimió con una sensación de ahogo, suspiró conteniendo las lágrimas silenciosas que hacían el recorrido por sus mejillas. Dejó de lado sus miedo y se volvió tocando el hombro caliente y pálido.

—Lo siento—susurró.

Eso a Jungkook le hizo tragar en seco, se volvió a encarar a su joven esposo sin hacer ademán de tocarlo, sólo lo observaba, eran esos ojos los que miraba casi a diario y que en esos momentos le daban una angustia que no sabía identificar.

—Está bien, no tienes de qué preocuparte, a la próxima di si te molesta.

—Yo...de verdad lo siento si quiere puede...

—No esta noche—suspiro cansado—. Mañana tienes revisión del médico, no quiero que se vuelva a quejar por el estado de tu cuerpo. No es mi culpa que seas tan débil.

Bajó la mirada, hace algunas semanas sus caderas estaban adornadas por pequeños cardenales negruzcos, marcas de las manos de Jungkook, el doctor se dio cuenta y reprendió al rey por hacerlo pasar por eso siendo que su cuerpo aún era delicado.

—Lo siento—murmuro avergonzado.

—¡Deja de decir eso! —se sentó en la cama molesto—. ¡Mierda! Siempre que estoy a tu lado no haces mas que llorar y disculparte ¡Me cansas! ¡Estoy harto de estar con alguien como tú!

Mordió su labio inferior sin contestar, porque si lo hacia era probable que dijera una disculpa y quedaría como un completo idiota. Jungkook gruñó y salió de la cama, a diferencia de Taehyung a él nadie le había enseñado a ser un buen esposo, creía que el único deber que tenía Taehyung en el reino era el de darle hijos, cosa que aún no pasaba y estaba entusiasmado con la tarea de poseer ese cuerpo lleno de tentación. Para muchos era ajena la manera en que el cuerpo tibió y pálido de su esposo le llenaba de éxtasis, como una droga psicotrópica que le entumesia, tomarlo era tan satisfactorio que no media su fuerza.

Se puso una bata y salió de la habitación, no estaba acostumbrado a dormir con alguien más, el calor de un cuerpo cercano le producía malestar, por eso sólo permanecía el tiempo suficiente en compañía de alguien más. Taehyung al escuchar la puerta se soltó a llorar por su desgracia, en ese tiempo no había cumplido lo que su madre tanto de repetía, el rey no estaba enamorado, no lo amaba, tan sólo era un pedazo de carne del cual podría pasar sin problema y ni siquiera eso estaba haciendo bien.

"No pasará mucho para que busque en alguien más lo que tu no le das"  

Sollozo en silencio hasta que la inconsciencia lo cego.

Yeri era una de sus fieles compañeras, está siempre estaba al pendiente de él, lo abrazaba y le daba el calor que necesitaba, era a la única que le tenía una confianza genuina y hablaba de todo con ella sin excepción, era sólo dos años mayor que él, pero tenía experiencia, se dejaba guiar por sus consejos, porque ella lo quería.