¿No me recuerda?

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–¿Kyle? ¿Pero, terminaron no?

–Hace varios meses, sí, pero hace poco volvimos. Creía que ya lo sabías.

–No... No lo sabía —Dije, un tanto molesto, tomando asiento en el sofá.

–¿Cuanto tiempo estuve aquí Craig?

–Poco más de un mes, casi dos.

–Ya veo... ¿Estaba en coma?

–Si, creo que es obvio. Duraste un tiempo dormido.

–¿Estás molesto Craig?

–¡No! No, no es eso, es sólo qué, ¿no me recuerdas?

–Eres Craig, el chico nuevo, ¿como no recordarte?

–¿Y qué más? —Pregunté, un poco triste.

–Vienes de... ¿Denver? o algo así, No, ¿era Jersey? bueno, venías de otra ciudad.

–Y eramos compañeros de trabajo.

–¿Ah si?

–Si... ¿Tweek, no recuerdas nada de eso?

–No sé de que me hablas Craig, lo siento.

–Ya veo...  —Agaché la cabeza para no dejar ver mis lágrimas— Al menos pudiste despertar, eso me alegra mucho.

–Gracias... Oye, ¿puedo llamar a mis padres?

–No...  —Respondí, intensificando mi llanto— Lo siento, Tweek.

–¿Porqué no? ¿No lo entiendo?

–Porque, ellos dos... ¡Agh! Mierda. ¡Tweek, ellos murieron!

A esto se reducía todo. Pasé de la alegría incontrolable a la tristeza que me consumía. Tweek había olvidado lo nuestro, lo de sus padres, quizás ni recordaba lo de Clyde. Pasó algo que me temía, una de las consecuencias que más temía del coma, la amnesia.

Había leído algo, cuando hay un daño severo en la cabeza se acude al coma inducido para evitar mayor daño, sin embargo puede haber daño cognitivo. Un daño común es la amnesia.

Hasta el momento no parecía que Tweek tuviera un daño cognitivo notorio, es más, hablaba con más fluidez. Sin embargo sí parecía tener perdida de memoria. Tweek tuvo un evento traumático, Damien prácticamente lo dejó al borde de la muerte. En todo ese tiempo él me esperaba, de hecho, la última voz que escuchó fue la mía.

Ahora estaba ahí, junto a él, y mi misión era no sólo cuidarlo y ayudarlo a reintegrarse a la vida, también tenía que darle un techo donde vivir, algo que comer, un hogar. Él ya no podía vivir sólo, me encargaría de él, eso pensé desde un principio, pero no contaba con la perdida de memoria.

Ahora era más difícil, pues tendría que decirle todas las desgracias que sucedieron por mi culpa, no podía ni imaginar lo mal que la iba a pasar el rubio.

Por supuesto que en ese momento quise tirar la toalla, darme por satisfecho con que él hubiera despertado, y en base a lo que había dicho, irme y dejarlo con Kyle, a su suerte. ¡No! podía pensar, pero no llevarlo a cabo. Prometí estar con él después de esto, fuera como fuera, y aunque me duela que olvide lo que pasó entre nosotros, más importante era el deber de cuidar y proteger al chico que amaba.

Mi deber era ese, pero mis sentimientos no cedían tan fácil. Me rehusaba a perder el amor que tanto tiempo me costó ganar. Abandoné el hospital en la tarde, y fui en busca de Bebe, necesitaba que Tweek escuchara otra voz para ver si así recordaba algo.

Azabache de ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora