La verdad en mi corazón

481 60 16
                                    

Craig Tucker PoV

–Ciertamente sé que los humanos creen que existen angeles y demonios, pero esa es una información incorrecta —afirmó Pip— los ángeles existimos, a pesar de que ahora sólo hayan dos con vida. En cuanto a los "demonios" sólo ha existido uno, y es él, Damien.

Su odio hacia nostros, tras la muerte de su padre, un angel desertor, hizo que se propusiera acabar con todos nosotros. Lo cual logró llevar a cabo casi en tu totalidad. De no ser por una jugada estrategica con la que pudimos derrotarlo.

Damien tenía una debilidad que todos tenemos, podía morir, y usamos eso en su contra. Aunque muchos perdieron la vida intentando ayudar, tuvimos un resultado exitoso.

¿Sabes porqué Damien nos busca a Kenneth, Stanley y a mi?

Kenneth y yo fuimos quienes tomaron parte de Damien, esto gracias a una habilidad que poseo de almacenar la energia vital ajena. Cómo pudiste ver anteriormente, Kenneth tiene más de un aura en su cuerpo, esto se debe a una cualidad con la que nació que le permite tener más de un aura residual en su interior. Él tomó gran parte del aura de los ángeles caídos y de Damien también es prácticamente un semi-angel, por eso parece que tuviese infinidad de auras en su interior. Pero no sólo eso, el puede tomar cualquier aura como suya en cualquier momento, es prácticamente inmortal, si un aura perece, tomará otra. Yo tomé parte del aura de Damien, aún así no fue suficiente, no podia retener tanto en mi interior, ahí apareció Stanley.

Él, al igual que tú, es un descendiente de los azabaches de ojos azules, pero tiene una caracteristica única, su cuerpo puede almacenar gran cantidad de energía vital, comprimirla y eventualmente hacerla suya. Cuando era un bebé fue utilizado para arrebatar la mitad de la energía de Damien. eventualmente la haría suya, Damien no podría recuperarla, no tenía cómo, era una victoria asegurada. Eso pensamos. Jamás tuvimos en cuenta que asimilar esa energía de Damien tomaría un tiempo considerable, tiempo que está a punto de cumplirse en los proximos meses.

Damien necesita a Stan para recuperar lo que aún queda de su aura, necesita a Kenny para poder tomar el aura —cosa que no puede naturalmente—, y necesita de mí para completar su ser, y finalmente terminar el trabajo que empezó hace unos años.

Hay una razón para que él te use, y es por tus ojos. Él arrasó con los pocos Azabaches que seguían con vida, buscando a Stanley. Cegó su pensamiento por el odio, pero no fue sino hasta que consiguió la información de lo que eran capaces de hacer. Él necesitaba de tí para informarle como funcionaba cada uno de nosotros.

Él pudo localizar a Stan, y quiso usarlo a él para ese fin, pero no podía acercarse, era como si sus auras se repelieran, no podía. No habían salidas, fue entonces que apareciste tú. No dudó en buscarte para ello, serías su carta clave, un azabache de ojos azules más ¿Ahora entiendes porqué de entre tantas personas acudió a tí?

En cuanto a mí, como dije, requiere de lo que yo le quité, parte de su aura. Pero además, soy el último ángel en pie, y él no puede rastrearme. Tampoco puede atacarme, no tiene oportunidad. Por eso quería que me vigilaras de lejos.

Ahora bien, lamento informarte que solo te queda una opción, y es cooperar conmigo. Te dije todo, ¿pero y si fueran mentiras? podrías decirle todo lo que dije, y el saber que te engañé. Pasaste mucho tiempo conmigo, y es algo que él no quería. No dudaría en matarte. Caiste muy fácil en mi trampa, querido amigo. Esos ojos tuyos no lo ven todo.

–Te la jugaste bien —afirmé sonriente— ¿que recibo por trabajar para tí?

–Seguridad, para tí y quienes te importan, además del mismo conocimiento que te ofrece Damien.

–Verás, no tengo interés en lo que Damien pueda o no hacerles a los angeles o a los humanos, pero tengo un interés general en dos campos —dije, dandole una mirada fría para hacerle notar lo serio del tema— Primero, tengo curiosidad, veo que tú sabes más que Damien, y por lo que ví tienes conocimientos de las habilidades de mi linaje. Quiero saber cómo dominar esas habilidades. Segundo, quiero saber si hay más como yo además de Stan.

–No puedo responder la primer pregunta. Nadie lo sabe con exactitud.. Respecto a lo segundo, tú y Stan son los últimos, Damien acabó con todos los demás —respondió él— Ahora necesito que hagas algo por mí.

–Habla —respondí con agresividad.

–Te recomiendo hacer aportes nulos a Damien —respondió— Se que ya trabajas para él, y hacerle un revés es casi imposible. Pero si puedes limitarte a lo obvio. Necesito tu ayuda, a diferencia de Stanley, ya conoces lo que pasó, tu vista es extremadamente superior. ¿Deseas conociemiento? te daré todo el que necesites si sigues mis sugerencias, sin trucos, sin nada más.

–Si realmente eres como creo, tendrás más que ofrecerme que Damien —respondí sonriente— Acepto. Pero, cumpliré si me prometes algo a cambio.

–¿Proteger a Tweek Tweak? —preguntó de inmediato— Sé que piensas. No te preocupes, consideralo un hecho. Volveremos a vernos pronto... Te recomiendo que vayas a verlo.

Pip se alejó, entró por la puerta que llegamos aquí, y desapareció. Me había leido la mente, pues mi interés era ese, proteger a Tweek Tweak. El maldito era analítico, me supo encerrar a la perfección, ahora yo estaba jugando su juego.

Pensé que habían pasado horas mientras Pip me contaba todo, pero al mirar el reloj de mi telefono apenas había pasado un minuto exacto. Estaba sorprendido, pues era logicamente imposible que tras semejante explicación sólo hubiese pasado un minuto. Comprendí de inmediato lo que había pasado al mirar a un ave que estaba volando a lo lejos, su lento aleteo era apenas perceptible, el tiempo transcurría más lento de lo habitual.

Poco a poco el tiempo volvió a transcurrir con normalidad, todo había terminado.

De cierta manera me sentí más calmado, seguro, orgulloso; estaba a punto de lograr corregir el error en el que me metí por avaricia. Pip era más poderoso que Damien, no en aura, sino en habilidades, eso me daba todas las de ganar.

Todo cambió, y en cuestión de días. Algo sobrenatural y extraño me había cambiado la vida desde que había llegado a South Park, no sólo eso, también pude conocer a alguien que realmente me importaba al punto de querer protegerlo. ¿Sería este el momento en que alfin descubra quien soy?

Bajé las escaleras y vi a Tweek esperandome en una banca del patio. No dudé en acercarme y sentarme a su lado. Él me dió una paleta de helado, de esas que se parten a la mitad. Sería un hecho que siempre recordaría toda mi vida, tras tantos años de vida, conocí a una persona que me quería.

Quizás todo estaba sucediendo con prisa, quizás mi vida estaba cambiando de forma exagerada en tan pocos días, pero al fin y al cabo es mi vida, y quizás es el ritmo que tendré que vivir. Y no tendría problemas, pues gracias a este ritmo tan intenso es que mi estadía en South Park sería llevadera e interesante.

–N-no sabía que s-sabor te gustaría, elegí e-el de mandarina. ¿t-te gusta? —Preguntó Tweek con timidez.

–Cualquier sabor estará bien —Respondí con una gran sonrisa, mirandolo a los ojos— ¡Gracias Tweek!

Azabache de ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora