Teoría Híbrida

Malinterpretado

Al poco tiempo llegaron a un refujio rebelde. Estos no los querían dejar entrar, al mostrarle a María de inmediato cambiaron de opinión.

D: En verdad gracias. - Su mirada centrada en su mujer.
?: Sólo lo hacemos por ella. - No se detuvo de su labor al hablar.
D: Para mi es más que suficiente. - No se atrevía a tocarla.

Luego de unas horas Don salió de la carpa donde atendían a María. Se veía realmente alegre, se dirigió directo a Byron.

D: Me porté como un imbécil, disculpame.
By: Esta bien. - Se levantó tranquilo.

Byron se dirigió a la entrada del campamento, Baird lo siguió de inmediato.
Pasaron varios días, ya se veía a María deambular por el campamento, siempre acompañada de Byron. Éste le servía de apoyo al andar. A diferencia de Baird que se notaba lo más de tranquilo, Dom no podía evitar sentirse desplazado.

M: No estará exagerando? - Lo miró extrañado.
D: Hace un rato fui a ver a María. - Se removía incómodo en el asiento de junker.
M: Y? - Halaba paciencia para con su hermano.
D: El estaba recostado junto a ella. Marcus... La tenía abrazada!
M: Debe haber una explicación. - Ahora el confundido era él.

Marcus se sintió molesto, pero no por las razones de Dom. Tuvo la fugaz idea de que María se aprovechaba del chico.
Cole que por accidente escuchó la conversación no pudo evitar intervenir.

C: Y si preguntan en lugar de sacar conclusiones? - Dijo con las manos en la cadera.
D: Te pareces a mi madre así... - Rió por lo bajo.
M: Tu madre no era tan fea que yo recuerde. - Sonriendo de lado.

Los dos soltaron la risa mientras Colé le mostraba el dedo medio yéndose.
Marcus fue por armas, aún tenía la sensación de que debía cuidar al chico.
Dom no se decidía, así que por el momento prefirió ir por provisiones.
Al rato vio a María caminar junto a Byron, ella lo tenía sujeto del brazo. En ese momento se dio cuenta, la mirada de María para con el chico era igual que para con sus fallecidos hijos.
Dom se sintió un verdadero imbécil, como había podido malinterpretar la situación.

D: Hey niño! Me permites a mi mujer un rato. - Su mirada fija en María
Ma: Dom, amor. - Su voz era suave pero no menos alegre.
By: Claro. Sólo mantenía abrigada. - Su preocupación era digna de un buen hijo.
Ma: Si me sigues cuidando tanto terminare llamándote hijo. - Dijo entre risas.

Byron sólo sonrió, como recordando algo y se alejó.
En eso Marcus pasaba por el lugar los dos quedaron en silencio uno frente al otro.

M: Que quería la mujer de Dom? - Preguntó sin rodeos.
By: Ella tenía frío y yo produzco bastante calor. - No sabía por que le daba explicaciones.
M: Nada más? - Alzó la ceja escéptico.
By: No. Ella no es una buscona, si es lo que piensas. - A pezar de su tono se mantenía calmado.
M: Está bien, aún así... Ten cuidado. - Advertirlo no estaba demás.
By: Ni que fueras mi hermano mayor. - Sus palabra dejaron estático a Marcus.