Teoría Híbrida

Byron

El Día E, así lo nombraron los homínidos.
Justo al día siguiente de eso Raam se encontraba haciendo patrullaje ya que el General Karn no había dado ninguna orden.
En medio de su recorrido escuchó el llanto de una cría, no era una normal pero igual siguió el sonido.
En el suelo estaba un escudo Mauler y dentro de éste entre una manta la cria.
Parecía que el trozo de tela era más para ocultarla que para abrigarla.
Al verla notó su diferencia, la revisó en busca de malformaciones, tenía una idea de que buscar por su General.

Ra: Eres perfecto... - Ante su voz la cria rió.

Reconoció por su aroma que era hijo directo de la reina, por ende el príncipe.
Los años pasaron y el pequeño ya tañía cinco años, andaba tras Raam todo el tiempo. Cuando el mayor tenía que ir a la superficie le ordenaba a unos cuantos Kryl que lo cuidaran.

By: Por que no puedo ir a la superficie? - Su carita llena de curiosidad.
Ra: Los homínidos te matarían apenas te vieran salir. - Le paso un Kryl a la cría.

El pequeño abrazo a la criatura cual muñeco de felpa, mientras veía irse a su guardián.

By: Vuelve entero. - Susurró aún sabiendo que ya no lo oían.

Un niño de ya diez años corría como demente por los túneles de la ciudadela.

Ra: Príncipe tanga cuidado. Abajo hay imulsión.

El chico perecía sordo en su euforia. Skorge miraba de lejos a la cría problemática, como él le decía.

By: Está bien Raam tendré cuidado. - Dijo estreyándose con un Ticker.

Éste huyó despavorido.

By: Disculpa! - Le grito a la criatura.

Por mirar la ruta de escape del Ticker, no se fijo por donde iba tropezando.
La cría soltó un grito a lo que Raam de inmediato fue a revisarla.
Había tocado algo de imulsión y su manita estaba quemada.
Al llevarlo con los Kantus fue atendido personalmente por Skorge.

Sk: Debes de vigilar mejor al príncipe. - Estaba centrado sólo en la cría.

En eso Skorge y Raam fueron llamados por Karn. Al llegar con éste se encontraba en presencia de la reina. Ésta los miró con desdén para luego mirar un punto bajo ellos.

RM: Como osan traer a este engendró ante mi? - Parecía querer matar a la cría.

Karn miró un momento al "engendro", notó que era un híbrido y sintiéndose identificado convenció a la reina que les permitiera tenerlo.
Ésta apenas si volvió a mirar a la cría y los dejó a sus anchas.
Cinco años habían pasado de aquello y su príncipe ya se valía por si sólo.
Ahora Raam se encontraba a las afueras de Jacinto con una maltrecha nota en su mano.

Nota: Esperame en Jacinto. Oculta a los Kryl. Te quiere, tu cría.

Raam miraba los enormes muros de aquella ciudad llena de homínidos.
No se sentía seguro dejando a su príncipe allí, pero éste ya no era una cría, aunque le gustaría que lo fuera.

Ra: Coumplire tus deseos, mi príncipe. - Dijo para luego resguardarse.