O11

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Sentí como si estuviera en un vehículo, abrí poco a poco los ojos, pero veía todo borroso. Comencé a temblar imaginándome lo peor, las lágrimas volvieron a salir, estaba en shock.
Sentí como se estacionaron de golpe y comencé a gritar.
-Shh shh tranquila mi amor.-escuché a esa preciosa voz
Me giré lentamente y mire a Lito, estaba en bóxers manejando, me mire a mi y vi que solo tenía puesta una camiseta que olía a él.
Se orilló en medio de la nada y luego se bajó, me indicó que me pasara a la parte de atrás y así lo hice, estábamos en una Suburban, tiro el asiento haciendo un tipo tendido.
Conocía este tipo de camionetas, siempre están ahí para cualquier tipo de percance, como este. Hay comida, ropa, cobijas y almohadas. Ah y pues nunca puede faltar dinero y armas.
De abajo del espacio de la cajuela sacó las cobijas y las almohadas. Puso la almohada y me acostó, me tapo bien y luego se recosto al lado mío.
Me abrazo fuerte y mi corazón comenzó a latir a un ritmo normal cuando sentí el calor de su piel cerca de la mía, me escondí en su cuello y el pasó sus brazos por mi espalda, beso mi cabello repetidas veces, por un momento olvidé todo y me sentí segura en sus brazos, solo éramos el, los latidos de su corazón, el calor que irradiaba su cuerpo, una oscura madrugada y yo.
-Nunca más te voy a dejar sola, nunca más.-me dijo lentamente
Levante mi cabeza para míralo a los ojos.
-¿me lo prometes?.-pregunte con una voz ahogada.
-te lo juro, te cuidare contra todos, escúchame bien, nunca más alguien te hará daño, nunca!.-
Lo mire, sus ojos brillaban con la luz de la luna.
Estaban un poco rojos, al igual que la punta de su nariz.
Nos seguimos mirando fijamente hasta que me decidí.
Subí un poco mi cuerpo y lo bese.
Enseguida me siguió el beso, no era un beso como los anteriores, este era lento, tierno, movía sus labios con cuidado, como si me pudiese romper. El beso fue subiendo de tono, pero seguía siendo tierno.
Quite la sábana que nos cubría y el se puso encima de mi. El beso continuaba, con mis manos empecé a acariciar su cabello, baje por su cuello y luego tocaba su pecho.
De pronto paro de golpe.
-no, estás lastimada.-se excusó.
-hazme olvidar, borra todo asqueroso rastro de él, por favor.-le supliqué.
Seguía viendo temor en sus ojos.
Lo tome de las mejillas.
-Confió en ti, se que nunca me harías daño, te lo suplico, hazme el amor.-no me di cuenta en que momento esas palabras salieron de mi boca.
No lo dudo más y empezó a besar mi cuello, lentamente, quito la camiseta y miro mis pechos, estaban rojos y dolían al tacto.
Otra vez dudo, lo tome de la cabeza y la conducí hasta allá, los tomó con cuidado y comenzó a besar todo al rededor, beso mi pezon y luego pasó al otro.
-te amo....

La Barbie [Cornelio Vega] TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora