-¡Oh my Goood!-chilla Millie mientras caminaban por el aeropuerto-¡Estamos en República Dominicana!-comienza a saltar.
-Si, tierra en donde los pinchos sirven para todo lo que quieres-sonríe Camila aplaudiendo con la misma emoción de Millie.
-¿Y cuándo iremos a la playa?-pregunta esta colocándose sus lentes de sol blancos.
-Wou, tranquila fiera. Esas cosas de turistear son de último, ahora mismo vamos para Cotuí-habla Sophia alzando las cejas.
-¿Cotuí?-Finn frunce ceño confundido.
-Si, es un campo de aquí-le aclara con Asher mientras seguían caminando en dirección a la salida del aeropuerto.
-De ahí somos la mamá de Camila y yo-informa Jesús señalándose a él y a la mencionada.
-¿Y es lindo?-pregunta Jack con curiosidad.
-¡Es hermoso!-asegura Camila-Montañas llenas de frutas y lugares para jugar. Nos divertiremos demasiado-afirma ella con una radiante sonrisa.
-¡Cool!-sonríe Grazer.
-Bien niños, ¿listos para ver Santo Domingo?-cuestiona Marion, la mamá de Asher.
-¡A darle!-aplaude Millie con ganas.
Y sin más, cruzan las puertas automáticas del aeropuerto.Una onda de calor los cubrió de golpe, haciendo que la piel les picara un poco. Los ojos de los gringos quedaron maravillados cuando vieron el exterior.
El mar que se extendía frente al aeropuerto era hermoso, con un azul bastante profundo. Por las calles transitaban autos lujosos y otros no tan nuevos. Algunas personas cruzaban con sus hijos tomados por los codos, no por las manos. Otras personas pasaban vendiendo cocos u otras frutas, vestidos no tan elegantemente. Y lo que más les llamó la atención, fueron varios hombres que le gritaban a otras personas.
-¡TAXI TAXI. VENGA POR AQUI HAY UN TAXI! ¡TAXI! ¿PA DONDE VAMO? ¡MONTESE! ¡GUEEEEEY QUIEN QUIERE UN TAXIII!-
Millie, Finn y Jack parpadearon en shock al mismo tiempo.
-Oh, esto es ¿algún tipo de arte callejero?-pregunta Millie volteando a ver a los dominicanos.
-Eh no, no te les acerques y no los mires a los ojos. Vamos por aquí-dice Ian al instante empujando a los niños por sus espaldas.
-¡Hola hola!-sonríe Jack hablando en español viendo el porshe rojo al que se acercaban.
-¿Esto es de nosotros?-señala Finn con los ojos bien abiertos.
-Es de mi familia, pero si, también de nosotros-responde Camila y el asintió mirándola.
-Oh, pero aquí no cabemos todos así que aquí se van mamá y papá-sonríe Sophia abriendo la puerta del piloto.
-¡Pero-exige Finn.
-Tss, eh eh, tranquilos niños. Nosotros nos vamos allá-señala Marion con complicidad detrás de los niños.
-¿¡Con aquellos taxistas!?-grita Millie en pánico.
-¡No! ¡Allá!-señala Jesús a otro lado.
Ellos voltean, y es para encontrarse con una rover negra totalmente brillante y preciosa.
-Woooow-Jack abre la boca en shock.
-¿Qué trabajan ustedes?-Finn frunce el ceño.
-No tienes que saberlo-Marion palmea su hombro y luego emprende camino a la jeepeta.
-¡Hey, nos siguen como siempre!-indica Sophia desde el volante del porsche.
-¡Como siempre!-asegura Jesús mientras su esposa ingresaba en el vehículo y encendía este-¡Niños vengan. A cargar las maletas!-llama abriendo el baúl.