Ya había amanecido, eran casi las nueve de la mañana, y en la casa de los Reyes la bachata se oía a los cuatro vientos, con una enorme bocina en la sala sonando con "Imitadora" de Romeo Santos.
-¡DIIIME TENGO UNAS PREGUNTAS!-gritó la mujer de la casa mientras cerraba unas maletas.
-¿¡DONDE FUE BAJO LA LLUVIA QUE TE DI ESE PRIMER BESO!?-le siguió su esposo con euforia.
-¡DIME TAMBIEN. RELATAME EL MOMENTO, NUMERO DE ALOJAMIENTO!!-grita Camila con sentimiento golpeando una pared.
-¡DONDE YO TE HIZE MUJER!-asiente Asher con los ojos cerrados.
-¡Hey! ¡That music is so loud!-se queja una vecina desde fuera de la casa.
-¡CALLESE!-gritaron todos los de adentro. La vecina miró a la residencia con miedo y después se fue casi corriendo.
-¡Por Diooos de vuelta a República Dominicana!-chilla Camila con emoción dando vueltas.
Asher la toma en sus brazos, agarrando una mano y la otra colocándola en su cintura, insitándola así a bailar bachata, ambos sonrientes.
-Extraño las malditas playas caribeñas-concuerda él emocionadamente, se quedó en silencio por unos segundos-Y con Finn Wolfhard-alzó las cejas con una pequeña mueca.
-Si...sobre eso-curvó sus cejas exageradamente.
-¿Qué?-la mira curiosamente.
-También invité a Millie-sonríe inocentemente.
-¿¡Qué!?-alza las cejas sorprendido dejando de bailar-¿Cuándo?-abre los brazos.
-Ehh desde que acabé de hablar por Finn anoche-ladeó la cabeza-Es que me puse a pensar y, vamos, esos chicos son perseguidos por parazzis, ¿qué dirán si nos ven a mi y a Finn allá, de vacaciones, sólos? ¿Qué dirá ella?-enfatizó con un tono de obviedad.
-¿A poco hay paparazzis para allá?-frunció el ceño.
-Es mejor prevenir que lamentar-se encogió de hombros-Además, Millie es una muy grata compañía-sonrió con simpleza.
-No lo niego pero, diablos, muchos gringos para dominicana ¿eh?-preguntó algo divertido.
-Ah tu no cuentas-le restó importancia.
-De hecho si, nací en California, eso me hace gringo-se encoge de hombros, haciéndola bufar divertidamente.
-Ya, no importa. Ahora ¿seguimos bailando bachata?-alzó una ceja, el sonrió y tomó su mano para seguir bailando al ritmo de Romeo Santos.
•••
-República Domimicana ¿hay algo mejor?-chilló Millie emocionada mientras hacía su maleta.
-Ah, ¿has ido?-cuestiona Finn confundido.
-No, ¡pero apuesto a que es hermosa!-exclama feliz como siempre.
-Si claro, claro-asiente con una sonrisa, ella lo volteó a ver de la misma forma.
-¿No es perfecto? Tu y yo, divirtiéndonos y siendo libres en un país caribeño-plantea con una soñadora mirada hacia él, quien apretó los labios viéndola fijamente-...Imaginate-menea la cabeza.
Finn la miró ocultando todos sus nervios. En su cabeza estaba el pensamiento de por fin terminar con ella, quería sacar ese pensamiento por los labios pero, al ver lo feliz que se veía, no puedo. Y tan sólo se dedicó a sonreír falsamente.
-Será genial-afirma asintiendo.
Ella da unos pequeños saltos de emoción volteándose nuevamente para seguir con su maleta, mientras que él perdió sus marrones ojos en la blanca alfombra, pensativo.
