Los cubiertos chocando con los platos sonaban por todo el gran lugar, además de personas hablando gustosamente con su familia y seres queridos, comiendo y degustando la deliciosa comida que les ofrecía el buffet.
-Cami ¿me buscas otras dos salchicas?-pide Asher con una suplicante mirada cuando ve que esta se para de la mesa.
-Claro-asiente con una pequeña sonrisa.
Se colocó bien sus sandalias y empezó a caminar por el buffet del desayuno, cogió un nuevo plato y en este comenzó a servirse sus postres, llegando al espacio de estos.
Se sirvió dos hot cakes cubiertos de nutella y un poco de caramelo, tomó un panecillo de chocolate y en un pequeño plato circular se sirvió algo de cereal de miel.
Asintió volviendo a caminar, decidida a buscar las salchicas de Asher, pero paró en seco cuando vió a aquel ruloso de espaldas a ella, en el área de panes.
Apretó sus labios, no lo pensó dos veces y se dirigió hacia allá con rápidos pasos. Y al llegar, él nisiquiera la volteó a mirar.
-¿Qué quieres?-habla mirando los panes, decidiendo cuál servirse.
-No me sigas ignorando porfavor-pide mirándolo.
-¿Ignorarte?-fingió confusión mienttas tomaba un pan y lo olía.
-Si Finn, ignorarme. Esta mañana te saludé y seguiste caminando de largo como si nada, hace un rato te pregunté si querías de mis papas cuando pediste una y tampoco me miraste. Te estoy hablando y ¡tampoco me estás mirando!-reclama lo último exaltadamente.
Él giró su cabeza de golpe mirándola con seriedad, causando que tragara duro algo intimidada.
-Si, te estoy ignorando Camila. ¿Sabes por qué? Porque me hiciste sentir mal anoche-espeta sin importarle nada, sorprendiéndola.
-Disculpa pero ¿quién fue que abrió la puerta?-frunce el ceño.
-¿Quién se lo estaba mamando al chico que la engañó dos veces?-alzó una ceja, dejándola sin habla.
-Lo siento, pero como tu dijiste anoche, Finn, tu y yo no somos nada, y como también dijiste, puedo tener sexo con quien se me de la maldita gana-espetó con coraje, él mordió el interior de sus cachetes, mirándola-. Y te juro, que mi propósito no fue haberte hecho sentir mal-niega entrecerrando los ojos.
-Tal vez no, pero fue lo que pasó-se encogió de hombros.
-¿Por qué?-pregunta cruzándose de brazos, dejando su plato en la meseta de los panes.
-Porque si, es cierto, no somos nada, pero eso no borra todas las cosas que tu y yo hemos hecho ¿eh? No, no somos novios. Somos amantes-alzó sus cejas-. Tu eres mi amante, y te quiero más que a mi propia novia. Y si, me dolió haberte visto teniendo sexo con alguien más. Porque al final del día, tu eres la que si puede y yo no-habló moviendo sus labios sin parar.
Ella analizó todas esas palabras por varios segundos, y él se quedó ahí, plantado, esperando su respuesta.
-No te entiendo, Finn-susurra negando con la cabeza-Es que, un día dices que me quieres y que soy alguien especial para ti, pero al otro dices "no somos novios" o "no somos nada" de una manera que me hace dudar-dice confundida-¡Si! Sé que no somos novios, creéme que lo sé de antemano porque cuando te quiero besar no puedo porque ella está ahí. Pero si tenemos algo-curva sus cejas-Me gustas, Finn. Si, demonios, me gustas, y demasiado. Tengo sexo con los demás porque no puedo tenerlo siempre contigo...porque, como dijiste, soy tu amante-dice lo último con un alto nivel de tristeza.
En ese momento los ojos y la expresión del ruloso se ablandaron completamente, comenzando a sentir arrepentimiento al oír las palabras de la chica.