Era temprano de mañana, el sol apenas había salido hace unos minutos cuando Asher abandonó la habitación de las chicas, y volvió a la suya en silencio, entrando al baño para ducharse.
Al sentir aquella auscencia en la cama, Camila despertó un tiempo después, y observó como su amigo ya no estaba. Suspiró recostando su cabeza en la almohada, rascándose sus ojos mientras soltaba un bostezo.
Momentos después se levantó de aquel colchón, caminando al baño para luego deshacerse de sus ropas, e ingresar a la tibia ducha.
Al mismo tiempo que el agua chocó con su cuerpo, sintió un repentino golpe en el pecho, cuando los recuerdos de la noche anterior volvieron a su cabeza.
" Finn me está usando "
Frunció su ceño intentando alejar esos pensamientos, los cual ella sabía que no eran verdad. Pero, si no eran verdad, ¿por qué le daba tantas vueltas al tema?
Se pasó el jabón lentamente por todo el cuerpo, recodando aquella vez en la cocina de su casa. Cuando ella aceptó ser su amante.
-¿Cómo es posible? Nos conocemos hace solo unos días-curvó sus labios.
-Bueno, entonces eso significa que lo de nosotros es algo fuerte-sonrió, e inevitablemente ella lo imita.
-Finn, yo...-respira con fuerza por lo que su pecho se alzó, y el miró este por unos segundos.
-¿Aceptas?-murmura gravemente.
Camila elevó sus ojos para mirar los de él. En su azul mirada, Finn vió duda, así que sin más bajo su altura para juntar sus labios con los de ella.
Parpadeó varias veces sellando sus labios con fuerza, recordando esa escena perfectamente.
Estaba a punto de negarse, pero él la besó, convenciéndola de aceptar.
Negó con la cabeza abriendo la ducha para poder quitarse el jabón. Y aunque no lo hubiese querido, otro recuerdo llegó a su mente. Cuando fueron a comer helado, en el carro.
-Hum ¿sabes cómo estaríamos mejor?-pregunta mirándola.
-¿Cómo?-lo vió atentamente.
Él dejó de estar sentado, y pasó sus manos hasta el otro asiento, acercándose. Técnicamente se movió hasta dejar su cara a unos centímetros de la de ella, quien lo miró con fijeza.
-¿Así?-susurra viéndolo.
-No-murmura negando, y bajó la mirada hasta sus labios-Así-
Acortó toda la distancia que había entre ellos y juntó sus labios en un apasionado beso, ambos saborearon el dulce de leche restantes en sus bocas, llevándolos a profundizar más el beso.
Ella no planeaba hacer nada, hasta que él la provocó, comenzando a besarla. E incitándola a que tuvieran sexo por primera vez, y funcionó. Lo hicieron.
Salió de la ducha con la respiración acelerada, negándose totalmente a sus nacientes y dudosos pensamientos.
Secó su cuerpo para luego colocarae su traje de baño, y encima de este la ropa con la que iría a desayunar, que constaba de un fresco conjunto.
Abre la puerta, al instante encontrándose con Millie frente a ella.
-¡Mills! Hola ¿cómo estás?-pregunta sonriente.
-¡Hey Cami! ¿Bien y tu? ¡Que bueno! ¿Me dejas entrar porfa? Me estoy miando-suplica dando pequeños saltitos.
-Oh claro-ríe haciéndose a un lado. Brown entró a la velocidad del rayo, para luego cerrarla con fuerza.