Los azules y brillantes ojos de Camila brillaban de una manera única e irremplazable.
Había perdido la cuenta, pero se encontraba mirando a Finn Wolfhard hace ya varios minutos. Veía con atención cada movimiento que realizaba.
Se fijó en su rostro, este se encontraba feliz, así simplemente, feliz. Sus cejas estaban levemente despeinadas, pero los ojos que estaban debajo de estas se robaban la atención, ya que aunque su color marrón fuese muy común, para ella eran los ojos más hermosos que nunca había visto.
Sus mejillas de vez en cuando se colocaban rojas debido a las carcajadas que soltaba junto a su amigo Jack. Sus múltiples pecas se hacían más notables cuando se quedaba serio, pero eso no duraba mucho ya que volvía a reír, aquella risa que desbordaba diversión y felicidad, dichas emociones se reflejaban en aquellos labios que más de una vez había tenido el chance de probar, saborear, y morder.
Si...aquel rostro de Finn Wolfhard.
Ella parpadeó aún sin dejar de mirarlo, de lo cual no era muy consciente que hacía. El ruloso se volteó hacia al frente para coger comida de su plato, y de repente sus ojos chocan con los de ella, sorprendiéndola y haciendo que sus mejillas se sonrojaran.
Sin hacer o decir nada, él sonrió. Simplemente le sonrió, con inocencia y ternura. Ella correspondió esa sonrisa, perdiendo sus ojos en los de él, casi abriendo la boca por lo embobada que estaba.
Pero alguien arruinó el momento en su totalidad.
-¡Hey chicos!-dice Millie llegando a la mesa nuevamente, captando la atención de todos. Finn y Camila dieron leves saltos volteándola a mirar-Hablé con los adultos hace unos segundos y, me dijeron que ahora vamos a las habitaciones para reposar un rato el almuerzo. Luego, a la piscinaa-dice con emoción.
Todos asienten y les dan las gracias por haberles informado, ella sonríe sentándose a un lado de Finn, y al verlo lo abraza con fuerzas mientras reía, él colocó una sonrisa algo incómoda, mirando de reojo hacia delante.
Camila le dio una casi invisible sonrisa, para después despegar sus ojos de los de él y voltearse hacia Asher, quien comía en silencio.
-Hey-susurra mirándolo.
-Hey-responde el con la boca llena de comida, ella rió negando con la cabeza.
•••
Estaban de vuelta en sus habitaciones de hotel, Camila estaba sentada en su cama viendo la pantalla de su celular, en silencio.
Mientras que en la cama de al lado, Millie tenía cinco traje de baños distintos tiradoa por la cama, decidiendo cuál ponerse. Suspiró.
-Camila ¿cuál me pongo?-pregunta volteándola a mirar.
La latina dejó de lado su celular y se levantó de la cama colocándose a un lado de ella. Vió las prendas atentamente, pensativa.
-Hum, ya veo cuál es el problema...-murmura-Todos son caros y preciosos-deduce.
-Oh vamos-rió ella con diversión mirando hacia un lado, abrió sus ojos-¡Finn!-saca una sonrisa.
Al oír ese nombre la ojiazul al instante voltea, y ven al alto ruloso entrar al cuarto con paciencia.
-Hola chicas-saluda con un asentimiento-¿En qué están?-pregunta llegando donde ellas.
-Estamos viendo qué traje de baño me puedo poner ¡no sé por cuál decidirme!-ríe Brown pasando un mechón de cabello tras su oreja.
-¿Y por qué no cualquiera? Todos están bonitos-se encoge de hombros.
-Eso le dije yo, pero Ms.Brown aún no se decide-comenta Camila alzando sus cejas.