El sol ya se había acabado de ocultar hace rato, por lo que la familia había llegado hace ya varias horas a sus respectivas casas en la visita.
Actualmente eran las ocho de la noche, y todos se encontraban reunidos en la casa de Cori, repartidos entre el comedor y la sala de esta.
La tía antes mencionada se encontraba preparando la cena con ayuda de sus hermanas, incluyendo a Sophia, en la cocina.
-¿Y la sal?-pregunta al tía Titi dando vueltas por la cocina-¡La maldita sal coñ-
-¡Mirala aquí!-grita Sophia señalando el pote con obviedad.
Mientras las mujeres se encontraban reunidas en la cocina, los hombres del lugar se encontraban sentados frente a la pequeña televisión de la casa viendo un juego de baseball, en la sala.
-¡¡PEGALE COÑO!! VAMOOOO-gritaban con euforia y desesperación.
-¡VAMOS BEYONCEEEE!-grita Paco.
-Por cuarta vez ¡ES UN JUEGO DE PELOTA!-grita Ian con fuerza.
Y, en el comedor, se encontraban reunidos los primos y aquellos tres gringos que estaban de visita en campo, todos hablaban con alguien en especial, cada uno metidos en sus propias conversaciones.
Camila charlaba ánimadamente con sus primos Alexander y Alex, ambos primos, mayores que ella, mirándola con sonrisas en sus rostroa mientras que la ojiazul hablabla.
-¡No me digan que ya olvidaron aquella vez en la casa de Yarissa!-ríe la castaña con ganas.
-¿¡Cómo olvidarlo!?-rió Alex por igual.
-¡Aún no entiendo como todas esas gallinas no nos aplastaron cuando abrimos el corral!-niega Alexander haciendo a ambos primos estallar en nuevas carcajadas.
-Oye, y ¿cómo está Samantha? No sabe que estoy aquí y, bueno, planeo sorprenderla mañana en su casa-habla Asher con una sonrisa.
-¡Aww que tierno! ¡Ella, ella está bien! Si, vive en el mismo lugar que siempre-responde la prima Amalfe con una sonrisa.
-Muy bien-sonríe asintiendo.
-¡Oh, y remodelaron su patio!-agrega con los ojos abiertos.
-¡Oh que bien!-dice con sorpresa y aprobación.
-¿Y no te pones nervioso cuando estás frente a las cámaras?-le cuestiona Alex a Jack, ambos sentafos en el suelo del comedor.
-Nah, bueno en las primeras tomas si, pero si te lo tomas enserio se hace fácil meterte en tu personane-responde Grazer con simpleza.
-Genial-susurra esta con una gran sonrisa mientras asentía.
-¿Por qué te pusiste tan loca hoy en el río?-ríe Finn mientras abrazaba por un hombro a Millie.
-Ay, es que la emoción del momento, la canción que había puesta era hermosa y bueno, te vi y ¿cómo resistirme?-se encoge con algo de timidez. El ríe negando con la cabeza.
-Hum, oye y ¿quieres repetirlo?-la mira fingiendo confusión.
-No-ríe ella borrando levemente la sonrisa en el rostro de Finn-Mejor vamos tan sólo a hablar y quedarnos abrazados la noche entera-dice con ternura acurrucándose más en su hombro.
-Claro...-susurra con fingido ánimo mientras jugaba despreocupadamente con un frasco que había en la mesa lleno de hojas verdes, paseó sus aburridos ojos por la habitación, y de repente estos cayeron en Camila.
Ella todavía hablaba con sus dos primos, con una brillante sonrisa en sus labios y dientes, riendo constantemente. Wolfhard apretó su boca sin parar de mirarla, pronto comenzó a sentir unos ojos clavados en ella, y cuando buscó el responsable su mirada de encontró con la de él.
