Minutos después de que se hubiesen ido, Finn despertó de golpe. Con su respiración acelerado y mirando a todos lados con confusión, acordándose poco a poco de lo que había pasado.
Se levantó con rabia para ir a limpiarse toda la sangre y sus heridas, cuando hizo eso bajó a la sala. Se sentó de golpe en el mueble, con la cara contraída. Ahora se encontra viendo la serie donde salía.
Pero sus pensamientos estaban fijos en lo que había pasado, su pelea con Asher y haberle dicho la verdad a Camila hace poco menos de una hora.
Bufó recordando las lágrimas de la latina, y simplemente le siguió prestando atención a la exitosa serie, Stranger Things.
Hizo esto, hasta que el timbre resonó por la casa entera. Rodó los ojos, exhausto, para después pararse y comenzar a caminar, mientras que el timbre fue tocado otras dos veces.
-¡Ya ya ya va!-avisa alzando los brazos.
Y cuando abrió la puerta, los ojos de Millie ya estaban clavados en él fuertemente, sorprendiéndolo un poco.
-Oh, Millie-murmura-Hola-se rasca la nuca con una mueca, recordando que ella ya sabía todo.
La castaña no dijo nada, y tan solo lo esquivó adentrándose a la casa como si nada. El ruloso suspiró con fuerza, pidiendo calma, para después volver a cerrar.
Brown observó en silencio la sala, y su mirada cayó en la enorme televisión, que estaba justamente pausada en las caras de Mike e Eleven, ambos mirándose.
-Vaya, eso es incómodo-murmura Finn dándoae cuenta de esto. Ella lo mira nuevamente, y ahí es cuando se da cuenta de su pecho desnudo, habían varias heridas en este al igual que en su cara.
-¿Qué te pasó?-pregunta con el ceño levemente fruncido.
-Camila y su novio vinieron a atacarme-responde burlón. Al oír aquel nombre, la castaña tragó duro. Hechó eso de lado, y se le quedó mirando por alrededor de diez segundos, poniéndolo algo inquieto-¿A qué viniste?-preguntó con fingida curiosidad.
-A hacerte una pregunta-dice ladeando su cabeza. Él asintió, dándole el permiso, ella entrecerró sus ojos-¿Por qué?-es lo único que dice, para que luego el silencio reinara otra vez. Finn rió rascándose un ojo.
-¿Por qué?-repite la pregunta en un divertido susurro, ella espera su respuesta con paciencia-Amm, lo necesitaba-se encogió de hombros.
-Pongamos lo tuyo de lado, y piensa en mi ¿por qué me engañaste?-habla cruzándose de brazos.
-Porque no me dabas lo que necesitaba-sonríe de lado, ella entrecerró sus ojos-Escucha Mills, te voy a ser sincero-
-Me vas a hacer sincero ahora porque alguien más me tuvo que contar la verdad-interrumpió ella secamente.
-Sep, así es-asintió sin importancia. Y es que estaba de bastante mal humor-Nosotros como amigos estábamos muy bien ¡más que bien! Pero cuando llegó ese contrato....ese contrato no debió pasar-suspiró negando.
-Un día, me dijiste que ese contrato no era nada. Que tu ya me amabas-recuerda ella con un triste tono, señalando al piso.
-Si Millie, te lo dije para que no te sintieras mal pero-suspira-Yo nunca te vi con otros ojos, jamás-niega sinceramente. Ella aprieta sus labios, sintiendo su garganta cerrarse.
-¿Y por qué...por-por qué nunca me habías dicho eso? ¿Por qué ilusionarme?-tartamudea con la voz ya llorosa.
-¡Porque...! ¡Porque!-busca la respuesta en el aire.
-Para ver si así me acostaba contigo ¿verdad?-preguntó con dureza. Él alzó una mano a punto de negarse, pero tan solo suspiró, y asintió-No puede ser-susurra agarrándose la frente.
