-¡Ey ey ey, no! No le pongas pausa. Ponla y que ella siga bailando-señala Jack con una enorme sonrisa cuando Millie detiene la música.
-Apoyo a Jack-asiente Jaeden.
Camila miraba con una boba sonrisa a ambos chicos, y es que notó los lindos y apuestos que eran estos dos. Comprimió sus labios.
-¿Qué diablos era esa música?-pregunta Finn.
-¿Quién diablos eres tu?-cuestiona Lieberher acercándose a la chica-Hola Millie-
-Hola Jaeden-sonríe y luego se dirige a su novio-Era dembou, una música latina-responde con alegría.
-Oficialmente me gusta la música latina-ríe Jack también acercándose.
-Jaeden Lieberher, un gusto-dice el estrechando su mano con la de ella.
-Jack Dylan Grazer, un enorme, y maravilloso placer-sonríe este tomando su otra mano.
-Camila Reyes, el placer es mío-sonrió mirando a ambos y estos la miraron interesados.
-¿Seguimos bailando?-pregunta Millie alzando una ceja.
-¡Si. Si! ¡Esas son buenas ideas!-vocifera Jack señalando a la castaña con exageración.
-Más tarde podemos seguir bailando Millie, pero ahora debo seguir organizando la fiesta-dice esta con una mueca algo penosa.
-¿Qué? Espera ¿quién eres exactamente?-pregunta Jaeden entrecerrando sus ojos.
-Hija de la mujer que está arreglando el cumpleaños de Millie para el sábado-responde ella con una calmada expresión.
-Ahhh, que lindo-sonríe Jack asintiendo.
-Bueno, si me disculpan voy a bajar-se disculpa ella caminando hacia la puerta del cuarto-Hola Finn-lo mira de reojo para luego salir. Hubo silencio durante unos segundos.
-¿Ustedes son amigas ahora?-pregunta Wolfhard con una pequeña sonrisa yendo a abrazar a su novia.
-¡Si! Me cae demasiado bien-dijo com una sonrisa correspondiendo el abrazo.
-¿Ella viene al cumpleaños verdad?-Jaeden señala a la puerta-¡Porque tiene que venir!-alza sus cejas.
-Ahora que lo pienso no la he invitado todavía, pero viene obligatoriamente-afirmó con un asentimiento.
Lieberher y Grazer sueltan chillidos para luego chocar sus manos con euforia.
-¿Quieren ayudar allá abajo?-pregunta Millie viendo a Finn.
-¿A qué?-cuestionó este alzando una ceja.
-La fiesta ya es pasado mañana, ya comenzamos a montar algunas cosas-responde con ilusión.
•••
-¿¡Dónde están los lentes de sol gigantes!?-grita Sophia estresada.
-¡Al lado de ti mami!-grita Camila con obviedad.
Ella gira la cabeza y se encuentra con los lentes de sol, sonríe asintiendo y luego de tomarlos los lleva a una mesa.
Eran las siete de la noche, ya casi pasaban a ser las ocho y las latinas todavía se encontraban en la casa adelantado todo lo más posible.
-Camila-llama Frederick, uno de los mejores trabajadores de su madre, y también al que más le tenían confianza-¿Me acompañas afuera?-
Los dos caminan hasta llegar al patio trasero de la casa. Ella sonrió viendo como colocaban las luces LED dentro de la piscina y varias personas caminaban alrededor, haciendo su trabajo.