Capítulo 49

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Esa mañana Sasuke se levantó de mejor ánimo.

Había planeado con Victoria reunirse para ir a un Starbucks a charlar tranquilamente disfrutando del resplandeciente día, ambos congeniaron rápidamente dado que la joven era muy agradable y fácil de tratar

Cuando ella preguntó acerca de sus anteriores novias, omitió el nombre de Sakura solo atino a responder

—Un caballero no tiene memoria

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Un nuevo día había comenzado, se arregló para asistir a clases, se roció su perfume favorito y salió de su departamento con dirección a la Universidad, ahora le parecía más fácil llegar y divertido al observar todo a su alrededor con tanta calma sin preocupación alguna.

Lleno de optimismo se marchó con una sonrisa en su rostro, había intentado bloquear por completo la imagen de Sakura en su mente, dado que no quería terminar deprimido en su tercer día de clases.

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Sakura estaba sugestionándose por nada, no se había encontrado con Sasuke al segundo día de clases, a lo que imagino que el tipo que Victoria había descrito no era más que una simple coincidencia.

No tenía ni la más remota idea, lo cual errada estaba.

Ese día llego más temprano de lo usual, se sentó adelante en la clase en un pupitre vacío mientras su I-Pod reproducía a su grupo de música favorito, se sintió un poco extraña cualquier canción que escuchaba recordaba a Sasuke, todo lo que hablaba de amor, de un beso o solo de una pareja de enamorados, hacía que rememorará a su ex novio.

Exhalo un suspiro al percatarse que necesitaba y extrañaba a Sasuke tanto que dolía por dentro, se odiaba a si misma sabiendo que un tiempo atrás jamás le puesto atención, más que para llamarlo su mejor amigo, él era mucho más, mil veces más que aquello. El profesor hizo su entrada, sacándola de su ensimismamiento.

El profesor debía comprobar que estuvieran presentes todos los alumnos porque habían hecho pequeños cambios de clase a lo cual se dispuso a llamar uno por uno por orden de lista. Sakura esperaba su nombre dado que eran de las ultimas, sin embargo, un nombre que no estaba anteriormente la congelo de pies a cabeza.

—Sasuke Uchiha

—Presente —aquella voz grave la tenía al borde del desmayo

Definitivamente eso no era una alucinación, sin duda era Sasuke para su mala suerte se encontraba en su misma clase.

—Sakura Haruno

—Presente —respondió el llamado con temor

De pronto Sasuke sintió que la sangre se le esfumaba del cuerpo, al igual que le faltaba el aire. No podía creer que fuera posible, simplemente no podía ser una coincidencia, su voz era inconfundible, aquella suave y melodiosa voz que tanto anhelaba volver a escuchar estaba ahí presente.

Sakura se atrevió a voltear para atrás intentando pasar desapercibida, no obstante, un mal cálculo logro por unos segundos que su mirada atravesara con un par de ojos negros que conocía desde hace muchísimo tiempo.

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Era ella y lo estaba observando a pesar que volteo bruscamente, no existía duda alguna, era ella; su Sakura, tan hermosa y perfecta, lo único que ahora lograba ver era su largo cabello, estaba levemente recostada en su pupitre.

No podía asimilarlo.

"¿Era Sakura o una mala pasada de su imaginación?" pensó angustiado.

Sus preocupaciones desaparecieron fugazmente, no podía ser una alucinación porque había oído su voz con toda claridad.

La clase se le hacía eterna, se hallaba ansioso y tenía miles de preguntas en la cabeza, no tenía claro que hacer en primera instancia, pero indudablemente iría corriendo hacia Sakura apenas culminara la maldita clase.

El salón era inclinado, es decir, el profesor estaba en lo más bajo y los puestos iban por filas que subían y lo dejaba como una especie de mini teatro. Sasuke tenía toda la vista de Sakura abajo.

Necesitaba hablarle con urgencia, sentía que la desesperación y las ansias lo carcomían. Estaba congelado a la vez tan ansioso de correr hacia ella, aunque no tuviera idea que decirle cuando la tuviera enfrente suyo, necesitaba verla de cerca, comprobar que todo es real.

Entonces recordó que Sakura en una ocasión le había contado que su padre residía en Nueva York, se creyó un total imbécil al no pensar en ello, era obvio que fuera de Japón se marcharía a Estados Unidos con su padre, se golpeó mentalmente por no recordar tan crucial dato.

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Sakura no quería que la maldita clase jamás terminara, estaba aterrada, sabía que iba a correr y se escondería como una vil rata, ocultándose lo más que pueda de Sasuke, aunque tenía conocimiento que era una misión casi imposible.

El timbre resonó cuando menos se lo esperaba, dando así por concluida la clase, Sakura quien tenía sus pertenencias guardadas hace cinco minutos huyo apresurada, para su suerte la multitud aún no salía por lo que corrió rápidamente.

Sasuke la perdió de vista, guardo de golpe sus libros, la vio correr fuera del aula, pero la multitud impedía su paso

—Con permiso —decía desesperado

La vio dar la vuelta, no tenía ni idea a donde se dirigía, no conocía con detalle el campus, así que solo la persiguió hacia donde se marchaba, en su camino se cruzó con Victoria, le comento que estaba un poco apurado y no podía acompañarla.

Intento buscar por todas partes, al cabo de quince minutos todavía no la hallaba, comenzaba a pensar que se había vuelto loco y solo fue parte de su imaginación, no obstante, al cruzar uno de los patios y dar la vuelta por el costado del edificio, su corazón se detuvo por un segundo para nuevamente volver a latir con fuerza, Sakura se había ocultado en aquel solitario lugar al costado del edificio de ciencias físicas.

Era solitario y podía llorar tranquila cuando lo necesitaba, sin interrupciones, tal como ahora.

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Sakura ya no tenía dudas, era Sasuke, sabía que tarde o temprano la iba a encontrar, más temprano que tarde. Comenzó a derramar lágrimas mientras miraba el césped verde, levanto la cabeza para observar el cielo nublado y rompió a llorar con más ímpetu.

Era él, después de todo estaba ahí, el destino era muy cruel o Sasuke había ido por ella, desecho la segunda opción, nadie estaba enterado de su paradero exacto. Si, en definitiva, el destino era lo bastante cruel como para tenderle tan atroz jugarreta.

Súbitamente alguien interrumpió sus pensamientos, fue a quien menos quería encontrar.

—¿Sakura? —levantó la mirada y esa luz que brillaba en sus ojos le congeló por completo el cuerpo.



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