Capítulo 58

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Sasuke se abrocho su cinturón de seguridad nuevamente, después de un largo trayecto, el avión iba a aterrizar en Japón.

Suspiro cansado, aún percibía el perfume de Sakura sobre su cuerpo, a pesar que prometieron volver a reunirse, el temor se hacía presente en él, no quería que esa pequeña separación derivara a una ruptura a futuro. Decidió que lo más dable era olvidar esos temores infundados, por ahora solo debía enfocarse en llegar a casa y encontrarse con su familia.

Descendió con calma del avión para ir directamente a recoger su equipaje, sin embargo, un grito bastante conocido hizo que volteara hasta encontrar dicho estruendo.

Sai se lanzó sobre él, como si de un niño pequeño se tratase, Sasuke estaba anonadado por el efusivo recibimiento de su amigo, se abrazaron con fuerza, realmente había extrañado a Sai, prácticamente el tiempo que residió en Nueva York no entablaron mucha comunicación.

Atrás de Sai, se acercaban sus otros tres amigos con unas enormes sonrisas en sus rostros, cogió su equipaje y se encamino hacia ellos, dejándolo por unos segundos en el suelo para abrazar a cada uno de los presentes.

—¡Miren al Príncipe Uchiha! Parece que ha crecido, se ve más alto... —comentó Jūgo. Todos rieron divertidos

—Te ves radiante Uchiha, Nueva York te trató bien —articuló Naruto palmeándole el hombro

—Nueva York... o la chica japonesa que está alojada allá —musitó Sai divertido. Los chicos sonrieron insinuantes— nos contarás los detalles —amenazó el joven

Sasuke se rio y negó con la cabeza divertido, hasta que la repentina voz de su madre, hizo que alzara la vista, sonrió nostálgico al verla delante suyo.

—Mi pequeño —susurro su madre para abrazarlo de inmediato. Un abrazo cálido, típico de su madre

Él estaba dichoso de verla, por ser el hijo menor de la familia, era muy apegado a ella desde pequeño. Cuando su madre lo soltó, se digirió hasta su hermano mayor Itachi quien le revolvió el cabello primero y luego lo abrazo, se sintió tan agradecido por contar con una familia y amigos que lo amaban.

En Nueva York, la realidad era otra, se había centrado por completo en sus estudios en la universidad al mismo tiempo que recuperar a su chica. Ahora que había vuelto, se percató que ya no estaría solo en un país extranjero, estaría al lado de su familia a quien había extrañado demasiado.

En su casa se organizó un almuerzo de bienvenida en su honor, en ella se hallaba su familia, amigos con sus novias respectivas y algunas personas importantes pertenecientes a la familia Uchiha. Sasuke se encontraba exhausto por el trajín del vuelo, lo único que deseaba era descansar en su cómoda cama, no obstante, no iba a comportarse de forma egoísta y desairar a su familia por tan caluroso recibimiento, principalmente por todos los asistentes que deseaban compartir un momento con él.

Después de un par de horas de estar conversando con sus familiares, por fin se sentó tranquilo con sus amigos en el patio con una cerveza en mano.

—¿Y? —Sai atacó de inmediato para saber los detalles de su estadía en Nueva York

—Sí, habla Uchiha ¿cómo está Sakura? ¿Qué sucedió? —la pregunta de Naruto le hizo darse cuenta que sus amigos desconocían todo lo que le había ocurrido a Sakura.

No estaba seguro si era correcto revelar lo sucedido, era un tema delicado que requería ser tomado con pinzas. Se quedó en silencio reflexionando por unos segundos, ellos son como sus hermanos y confiaba que le ayudarían a tomar una decisión idónea.

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