Capítulo 31

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La sangre que brotaba de su interior resbalaba por sus piernas, cerró los ojos, sintiendo el fuerte dolor en sus muslos, estremeciendo su cuerpo. Al menos, el dolor emocional no estaba presente, solo sentía el dolor de los cortes sangrantes, era terrible recurrir a semejante acto de tortura, lamentablemente no conocía otra forma de desahogar su angustia

Después de soportar el dolor físico, tomó una toalla y la partió con fuerza en dos trozos e hizo un torniquete en cada pierna para detener el sangrado, ardía y dolía, era lo único que podía hacer para mantenerse fuera del mundo real

Al cabo de unos minutos, el sangrado ceso, solo se podían divisar las heridas abiertas, trajo consigo el botiquín para vendar los muslos con mucho cuidado, le era complicado caminar, pero no le importaba.

Se encontraba en su habitación, llorando y abrazando a su almohada, el dolor no se detenía, su celular timbro asustándola por un segundo al ver la pantalla, anunciaba el nombre de su novio que la estaba llamando

—¿Hola? —saludo Sasuke algo inseguro

—Hola —respondió intentando sonar normal

—¿Te desperté?

—No, recién me alistaba para ir a dormir, no te preocupes —inquirió procurando escucharse lo más natural posible, pero su voz delataba que no estaba del todo bien

—¿Pasa algo preciosa? —preguntó Sasuke con cautela

—Claro que no Sasuke, no pasa nada —susurró ella

—Me estás mintiendo, amor —afirmo Sasuke con dulzura— ¿necesitas que vaya a tu casa?

—¡No! —Sakura se alteró

Y Sasuke percibió de inmediato que algo ocurría, dado que ella no suele reaccionar de manera tan brusca

—Como tú quieras —contesto después de unos minutos— bueno, te dejo, iré a dormir —respondió finalmente resignado— te amo mi vida —susurró con dulzura

—Yo... también —expreso Sakura y cortó de inmediato la llamada.

Cerró nuevamente los ojos mientras las lágrimas resbalaban por su rostro, más tarde se quedó profundamente dormida abrazando la húmeda almohada que había almacenado sus lágrimas.

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Sasuke quedó completamente preocupado, presentía que no todo estaba bien como intento excusarse su Sakura, dudaba que tuviera que ver con sueño o cansancio. Más bien creía que si su intuición no fallaba, estaba relacionado con la ausencia de su madre en el momento de su graduación, estaba casi seguro que era eso.

Le costó mucho trabajo relajarse y no partir corriendo hacia la casa de su novia, la amaba y la protegería por sobre todas las cosas, suspiro cansado lo mejor que podría hacer era esperar hasta mañana para no preocupar a su madre, de todas formas, descubriría que ocurría con su hermosa Sakura.


A la mañana siguiente Sakura despertó con dolor de cabeza de seguro provocado por el llanto incesante hasta elevadas horas de la madrugada. Se removió un poco, sintió un agudo dolor en las piernas

Recordó que debía ordenar el desastre que había en su habitación, las toallas llenas de sangre y las manchas en el piso. En una bolsa de plástico, inserto los algodones, vendas y toallas, rápidamente limpió el piso como si nada hubiera acontecido, arrojo toda la basura sin que nadie la viera para seguidamente dirigirse a su habitación. Quería tomar una ducha, pero el agua caliente le lastimaría demasiado las heridas, suspiro derrotada no habría otra opción. Al concluir con la tortuosa ducha, se colocó su ropa interior, observo sus cajones decidiendo como vestirse, opto por algo simple, se vistió con una polera mientras buscaba el pantalón que quería ponerse, el cual no era demasiado ajustado y era largo, preciso para que nadie se diera cuenta de sus heridas.

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