¡Fuera de aquí!
Eres una niñata inservible.
nunca seras igual que yo.
te lo mereces, no mereces el apellido Heartfilia.
¡Vete de aquí ahora mismo!
- papa, mama, hermana - bajé la cabeza avergonzada al recordar aquellas palabras que me solían gritar...
Sentí como los rayos del sol golpeaban mi rostro. Umh, esto es molesto. Comencé a entre abrir mis ojos encontrandome con un pelaje castaño en frente mío. Me encontraba abrazada a Kurai el cual seguí dormido, se ve adorable.
Coloqué mis manos sobre las sabanas de la cama y me levanté haciendo que la manta de color marinos se resbalara hasta llegara a mis caderas. Cerré mi puño y rasque mis ojos con ellos mientras soltaba un bostezo al aire.
Observé la ventana la cual estaba medio cubierta por las cortinas color acua con distintos bordes dorados.
Saque mis piernas de debajo de la manta y di un leve saltito cayendo al suelo de madera. Caminé hasta llegar a la ventana y cerrar la cortina para que el sol no afectara al sueño de mi pequeño amigo.
Me volví a acercar a la cama y le acaricie la cabeza para después darle un besito en la frente. Mire hacia la comoda que estaba a los pies de la cama matrimonial en la cual estaba dormida. Valla, no me había percatado del tamaño de la cama.
Encima de la comoda se podía ver algo de ropa que aparecía de mi talla. Sonreí. Ana de verdad es muy amable. Con mis dedos toqué la seda de la ropa, ¿Pero que hago? Si me han dado ropa es para ponermela.
Cogí la ropa y me la puse. Una falda roja que me llegaba un poco más abajo de mi trasero. Una camisa olgada la cual era de un color blanco. Su tacto es muy suave. Junto a la camisa se podía ver una especie de ¿Listón rojo? Me recuerda a las corbatas de Jude. Agh, mejor borro de mi mente la imagen de aquel hombre. Aunque gracias a que me obligaba a ponerle la corbata se como ponermelo, más o menos.
También venían unas medias que llegaban hasta cuatro dedos por debajo de mi falda.
En la parte baja a la derecha se podían ver unos zapatos rojos bastante bonitos. Me los coloqué y ya estaba vestida.
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(Solo que con el pelo hasta sus hombros)
Creo que me veo ¿Bonita?
No lo se, Layla o Rin ya me hubieran insultado o llamado puta por enseñar de más, sí, así es, el burro hablando de oreja ya que Rin suele vestir con cosas que parecen mas bien ropa interior que ropa de salir por casa.
Suspire.
Me dirigí hacia la puerta de madera en la cual se podía ver una estrella dibujada en la parte de arriba. Sonreí de manera tierna y con cuidado abrí la puerta de madera sin hacer ruido para no despertar a Kurai.
Cuando salí me encontré en una especie de balcón de madera el cual da a la sala. A la derecha se podía ver varias puertas con plantas a su alrededor decorando los pasillos. A mi izquierda se podía ver otra puerta y las escaleras de madera que usaría para bajar.
