El adiós (4/5)

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Pov Lucy

Me dejé caer sobre el frío cesped sintiendo el contraste de de temperatura entre mi piel y la hierva. Estoy sudando por el tiempo que he estado entrenando. Por mi piel no paraba de caer sudor y mi respiración era extremadamente agitada.

Miré al cielo estrellado encontrandome con las brillantes constelaciones que se distinguían en el cielo. O por dios, Papa se ha pasado con el entrenamiento de hoy.

- ¡Lushy-chan! - el grito de Kurai me llamó la atención. Sentí el peso de mi pequeño amigo gatuno sobre mi vientre, miré hacia abajo encontrándome con una mirada de pena y preocupación - ¿Estás bien? - me preguntó. Sonreí para tratar de aliviarlo y acaricie su cabecita atrapando varios de sus pelos entre mis dedos.

- estoy bien - afirme con una sonrisa. Coloqué mis manos sobre el césped e hice fuerza para sentarme en la hierva sin parar de acarciarle.

- Lo has hecho muy bien hija - me alagó. Se sentó al lado mío me rasco la cabeza con una de sus garras revolviendome levemente el pelo - como se nota que eres mi hija - afirmó con orgullo quitando su garra de mi cabeza mientras sonreía de manera paternal y orgullosa.

- Gracias papa, te quiero - le agradecí con una sonrisa de oreja a oreja mientras entre cerraba los ojos.

- ¡Lucy! - oh, oh, ese grito es de la tía Ana, algo malo va a pasar lo puede tener por seguro. Entre cerré los ojos mientras que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo. Con miedo giré mi cabeza viendo a Ana corriendo hacia mí.

Llevaba su típico traje de color blanco, dorado y negro además de que su cabello estaba atado en una coleta alta.
Traía una cesta como si viniera a hacer una un picnic, ñam, me encanta la comida de tía Ana.

Ella corrió hasta estar en frente mío, ella de puso de rodillas en frente mío, colocó sus manos en mis mejillas y comenzó a inspeccionarme con sumo detalle. Bueno, es verdad que tengo varias heridas y quemaduras de primer grado en algunas partes de mi cuerpo.

- Tranquila tía Ana - le reste importancia. Quité sus manos de mis mejillas mientras reía de manera nerviosa, cuando la tía Ana se pone así significa dos cosas:
1. Voy a estar toda una semana en cama.
2. Va a matar a papa.

- Escanor - lo llamó con una voz de ultratumba. Su mirada se volvió sombría mientras que su ceño se encontraba fruncida y la comisura de sus labios estaban muy caidas. Da mucho miedo - ¿¡Que demonios le has hecho a Lucy!? - preguntó demasiado enfadada ella levantándose de encima mio para ir a matar a mi papa.

Después de una reprimenta a mi padre de parte de Ana los tres nos preparamos para comer. Al parecer yo estaba en lo cierto ya que de la cesta ella sacó un mantel blanco con estampado de rayas rojas.

Antes de comer Ana comenzó a cubrir mis brazos, piernas y cuello con vendas para cubrir mis heridas - ya está - afirmó ella soltando mi brazo el cual estaba casi completamente cubierto por aquella tela blanca - bueno ahora - ella cogió la cesta que traía. Buscó en su interior hasta encontrar algo cubierto por papel albal que ella me entregó con gusto - toma, necesitas recuperar fuerza - me dijo entregandome aquella comida cubierta. Con gusto lo cogí y desebvolví aquella comida encontrandome con unos deliciosos onigiris.

- arigato tía Ana - le agradecí dando un mordisco a aquella bola de arroz tan deliciosa. Comencé a masticar cuando de la nada papa habló.

- hija, llevo preguntándome esto desde hace tres años - confesó él. Yo solo alcé una de mis manos con duda ya que no entendía a que se refería ¿Quién se guarda una pregunta por tres años? - tienes un olor extraño desde hace tres años, eso ¿Por que es? - me preguntó. Casi me atraganto por si pregunta. Di varios golpes sobre mi pecho ya que he estado a punto de ahogarme por su pregunta, pero, si siempre me limpio después de estar con Acnologia.

La dragon slayer del solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora