No estoy muerta

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Pov Lucy

- Ábrete portal del león ¡Leo! - gritó Rin moviendo su llave de arriba a abajo haciendo que una luz dorada apareciera justo en frente de ella. De aquella luz un hombre peli naranja de traje apareció - Leo atacala - ordenó apuntandome, al fin y al cabo soy su objetivo. Acomode mi capucha y mascarilla asegurandome de que no pudieran ver mi rostro.

 Acomode mi capucha y mascarilla asegurandome de que no pudieran ver mi rostro

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- valla cuanto tiempo princesa - dijo el mientras recolocaba sus gafas. Yo mantenía mis manos en mis caderas mientras ladeaba levemente mi cabeza.

Alce una de mis manos a manera de saludo y sonreí a pesar de que no podían ver mi boca - hola Loki ¿Cuanto tiempo no? Años - lo saludé.

El caminó hasta donde yo estaba y me abrazó con fuerza por la cintura haciendo que apoyara mis manos en su pecho. Fruncí el ceño con molestia - me debes una cita ¿Lo recuerdas? - dijo con su ya típico tono de terror. Rodé los ojos y lo miré directamente a los ojos de manera burlona.

- Cuando dejes de ser mujeriego - conteste de manera alegre. Inmediatamente él me dejó libre y alzó sus manos como si dijera "soy culpable"

- vale, vale pero sabes que - rápidamente él fue interrumpido por la rubia oxigenada.

- ¡Que demonios haces Loki! ¡Tienes que atacarla! - gritó alterada Rin apuntandome como si fuera un monstruo. Rode mis ojos y sonreí de manera burlona.

- Tú me llamas leo - ordenó mientras se recolocaba su traje. Valla la cara de Rin está más roja que un tomate. Solté una risilla al percatarme de su puchero tan infantil - además no pienso luchar contra ella - él me guiño un ojo y desapareció en frente de todos.

- ¿Conoces a Loki? - preguntó incrédulo Natsu. Yo simplemente asentí con una sonrisa en mi rostro mientras miraba de lado a los compañeros de Rin los cuales tenían su boca abierta y sus ojos también.

- Claro, somos viejos amigo - contesté mientras comenzaba a reír. Así es nos conocemos de tiempo atrás, 400 años atrás.

- Maldita - inmediatamente sacó otra llave de su pequeño llavero donde estaban todas las llave doradas y algunas plateadas - ábrete portal de la sirviente ¡Virgo! - gritó moviendo la llave hasta el frente. Esperamos. Esperamos y nada. Virgo no salía. Rápidamente Rin acercó la llave a su rostro mirando como nada salía de allí - ¡Sal da ahí! ¡Maldita! ¡Erea mi sirvienta! - gritaba alterada.

Corrí lo más rápido posible y le pegué un una patada en su rostro mandandola a volar chocando contra un árbol rompiendolo en el trayecto. Cayó sobre el lago empapandose de pies a cabeza - ¡¡Aaaagg!! - gritó de dolor ella al sentir como las rocas del fondo del lago se clavaban en su trasero y piernas hiriendola en el proceso.

Caminé lo más rápido posible hasta quedar en frente suyo. Con mi mano agarré su pelo y la obligué a que levantara su cabeza haciendo que ella gimiera de dolor - agh, para por favor - lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Valla, que blandengue es. No aguanta nada, no me quiero imaginar como sería si entrenara con un dragón. El primer día ya lo habría dejado.

La dragon slayer del solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora