¡Fuera de aquí!
Eres una niñata inservible.
nunca seras igual que yo.
te lo mereces, no mereces el apellido Heartfilia.
¡Vete de aquí ahora mismo!
- papa, mama, hermana - bajé la cabeza avergonzada al recordar aquellas palabras que me solían gritar...
- ¿Natsu? ¿Happy? - pregunté confundida pasando rápidamente la palma de sus manos sobre sus ojos para secar las lágrimas que caían de mis ojos. No me gustaba que me vieran así.
Happy sujetaba por la chaqueta a Natsu mirándome con sorpresa mientras que con sus alas bolaba. Natsu me miraba con sus ojos abiertos cómo platos, me miraba con incrédulidad. Dejé caer mis brazos y con el dorsal de mi mano acabé de limpiar una lágrima que caía por mis mejillas.
- ¿Qué hacéis vosotros aquí? - pregunté mirando hacia otro lado para que no pudieran ver mis ojos cristalizados o mi cuerpo temblando por el miedo y la tristeza.
Happy dejó caer a Natsu sobre la barandilla de piedra mirándome con una extraña mirada seria. La verdad es que no le pega nada esa mirada en él. Dio un salto y quedó en frente mío con una mirada extraña.
- Happy, dile a los demás que estoy aquí en - pidió el mirando de reojo a Happy. El inmediatamente se sobre saltó y negó con su cabeza.
- No pienso dejar sola a Lushy cuando está llorando - se negó. El pequeño Happy negaba con su cabeza una y otra vez. Yo seguía allí inmóvil sin hacer nada. Tragué duró y con mi voz temblorosa decidí hablar.
- Por favor - pedí con mi voz casi totalmente quebrada. Coloqué mi mano en el suelo y usando un poco de fuerza para levantarme del suelo frío. Tambalee levemente cuando finalmente estuve de pie y con la poca fuerza que me quedaba alce la vista para ver el rostro de preocupación de Natsu - ¡Déjame sola! - grite. Yo le grité a Natsu pero no pude evitarlo. Happy me miraba aterrado y con lágrimas en sus ojos mientras que Natsu abrió levemente sus ojos para después recuperar aquella mirada extrañamente sería en él. Sentí cómo las lágrimas volvían a caer por mis mejillas. Bajé mi cabeza y coloqué mis manos sobre mis ojos comenzando a llorar, llorar y llorar sintiendo cómo las lágrimas se escabullian de entre mis dedos - lo odio, odio que ne veáis así - me lamente soltando varios sollozos mientras me escogía de brazos.
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- Luce - Escuché la voz de Natsu llamándome la atención. Yo simplemente negué una y otra vez, no me atrevía a verlo a los ojos.
Sentí cómo él colocaba su mano sobre mi cabeza y la otra en mí espalda. Con un movimiento delicado me acercó a el sientiendo cómo su cuerpo caliente se pegaba al mio dándome un calor reconfortante. Escondi mi rostro en su pecho mientras que poco a poco movía mi mano izquierda hasta su bufanda apretandola levemente mientras que mi mano derecha permanecía en su pecho.
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