¡Fuera de aquí!
Eres una niñata inservible.
nunca seras igual que yo.
te lo mereces, no mereces el apellido Heartfilia.
¡Vete de aquí ahora mismo!
- papa, mama, hermana - bajé la cabeza avergonzada al recordar aquellas palabras que me solían gritar...
De la nada el suelo comenzó a temblar haciendo que tanto Natsu, Happy cómo yo nos pusimos alerta. Nuestros cuerpos se tensaron mientras que Happy soltaba un grito de horror.
- ¿Que está pasando? - preguntó Natsu alzando su cabeza para verme mientras alzaba sus brazos para mantener el equilibrio.
Yo hacía lo mismo mirando a mi alrededor en busca de algún tipo de respuesta - ¡No tengo ni idea! - grité molesta mirando a todos lados tragando duro.
Se escuchó un ruido ensordecedor se escuchó en el lugar el cual no paraba de temblar mientras que varias especies de tentáculos salían del techo pegándose su otro extremo en el suelo. Apreté con fuerza mis puños esquivando uno de los tentáculos que iban a impactarme.
- ¿Pero que mierda? - pregunté. Esto es demasiado extraño.
La fuerza que nos mantenía a los tres en el suelo desapareció haciendo que los tres nos encontraramos flotando en el cielo cómo si no hubiera gravedad. Traté de sostenerme al suelo pero fue imposible.
- ¡Pero que está pasando! - preguntó a gritos Natsu el cual al igual que yo se encontraba flotando en el aire tratando de volver a tocar el suelo el suelo con sus piés.
- ¡Esto apesta! - afirmamos ambos al mismo tiempo al detectar un asqueroso olor.
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Una extraña energía comenzó a absorberme llevándome hacia un lado de la habitación - ¡Me está absorbiendo! -grité al percatarme de aquéllo. Abrí mis ojos de par en par mientras cómo podía trataba de agarrarme a algo.
Con un poco de suerte conseguí sujetarme al suelo con mi mano derecha clavando mis uñas en aquella especie de roca que me permitía no salir volando. Cerre con fuerza mis ojos centrandome en no salir volando.
- ¡Demonios! -dije en voz alta frunciendo notablemente mis cejas mientras hacía una leve mueca de desconformidad.
- ¡Lucy! - escuché la voz de Natsu gritarme. Abrí mis ojos y alce mi cabeza para poder verlo.
Allí estaba él estirando su brazo para tratar de alcanzarme. Su ceño está levemente fruncido mientras que sus ojos reflejaban preocupación.
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