¡Fuera de aquí!
Eres una niñata inservible.
nunca seras igual que yo.
te lo mereces, no mereces el apellido Heartfilia.
¡Vete de aquí ahora mismo!
- papa, mama, hermana - bajé la cabeza avergonzada al recordar aquellas palabras que me solían gritar...
La niñata lleva una semana sin venir. ¿Estará enferma?
No
Ella es tan cabezota que vendría a pesar de estar enferma. Ya lo hizo una vez pero yo la devolví a su casa. Joder, esa niñata no tiene límites.
Entonces ... ¿Por qué no ha vuelto a verme?
Frunci el ceño con molestia y algo de preocupación. Apreté mis dientes y coloqué mis manos sobre la roca en la cual estaba sentado para después impulsarme con ellas de manera que quedé de pié en el húmedo suelo de la cueva.
Comencé a caminar hasta salir de la cueva. Si alguien sabe donde esta esa niñata es ese estúpido come sol de Escanor. Agh, odio hablar con los dragones, pero no tengo otra opción.
Caminé por el bosque sin cambiar mi expresión seria y antipática. Los animales de mi alrededor huían de mi con temor. Yo simplemente chasquee la lengua, esos seres son una auténtica molestia. Sobre todo cuando alguno trata de acercarse a mi en busca de comida o para atacarme.
Tanto los animales como los humanos son idiotas.
Llegué al lugar en el cual la niñata me decía que solía entrenar con su padre. Y ella tenía razón, esa lagartija solar se encuentra allí, tumbado y con una expresión de tristeza en su rostro. Esta tan derrocado, tan vulnerable, sería tan sencillo matarlo ahora mismo y bañarme en su sangre.
Pero, no puedo, se lo prometí a esa niñata, a Lucy.
Por favor, no mates a mi papa
Sacudi levemente mi cabeza tratando de quitar los recuerdos de las palabras de la niñata de mi cabeza. Volví a mirar a ese dragón y me acerqué a él hasta quedar en frente de su hocico.
- ¿Dónde está la niñata? - pregunte molesto pero con un ligero tono de preocupación que era poco audible pero claro, él es un dragón, y ellos huelen y escuchan todo.
- de verdad te importa mucho Lucy ¿No?- dijo el com un tono melancólico. Levantó su cabeza mostrando sus ojos rostros los cuales no expresaban su típico orgullo, si no que expresa tristeza.
- Te guste o no somos amigos, y quiero saber donde esta - exigí con molestia mientras me cruzaba de brazos con molestia mientras Francia el ceño. Tengo un mal presentimiento sobre esto, creo que él me está ocultando algo.
- Lucy ha vuelto a su tiempo - respondió volviendo a ocultar su rostro entre sus brazos mientras que su mirada se ensombrecio. Yo me quedé anonadado, ella no tiene ninguna razón para volver.
Sentí un extraño sentimientos en mi interior. Cómo un vacío, como si me faltara algo en mi interior, es extraño, nunca había sentido eso. Miré la cinta negra que me dio en aquél entonces Lucy, esa niñata nunca la reclamo. La cinta está algo deshecha y las puntas un poco descolorida a causa del tiempo.
-¡No! - negué desatando la cinta de mi brazo para después observarla, recuerdo perfectamente el día que me lo regaló. Apreté con fuerza aquella cinta recordando aquél momento.
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