Llamado

1.6K 124 33
                                    

Pov Lucy.

Comencé a abrir los ojos poco a poco. Ya deben de ser por la mañana. Apoyé mi mano sobre el colchón de ma cana levantándome levemente de la cama. Talle mis ojos con agotamiento mientras parpadeaba levemente para acostumbrarme a la luz.

Miré hacia la ventana la cuál tenía las cortinas entre abierta dejando pasar unos pequeños rayos de sol al interior de la habitación. Miré hacia abajo y allí estaba Kurai tumbado sobre la sabana con tranquilidad.

Sus piernas y su brazos están flecionados mientras que su cola lo rodeaba levemente. Sus ojos estan cerrados mientras que su pecho subía y bajaba con tranquilidad.

Una sonrisa de ternura se dibujó en mi rostro, coloqué mi mano sobre su cabeza comenzando a acariciar el pelaje castaño de mi pequeño amigo exceed.

- pruuu - ronroneo él sonriendo de manera complacida.

Solté una risilla. Coloqué mi otra mano encima de mi boca tratando de callar una risita ante la adorable acción de mi compañero gatuno.

Me incorporé en la cama y me puse de pié en frente de la cama estirando mis músculos para así sentirme un poco más relajada.

Fui a la comoda y saqué la ropa y me la puse. Llevo una camisa sin mangas de color azul oscuro palido con un escote de corazón además de dos telas que caían al rededor de mi cintura y de mis caderas hasta llegar 4 dedos por encima de mi rodilla dejando ver gran parte de mi estómago. Debajo de mis pechos hay un pequeño aro color dorado que los hacía remarcar aún más. En mi muñeca izquierda llevo el brazalete que me ragalaron mi querido padre y mi querida tía.

Llevo unos pantalones cortos de color gris con pequeños hilos en el borde que lo decoraban de manera uniforme. Llevo un cinturón marrón con la hebilla de color dorado.

En mi muslo llevo un estuche de llave de color marrón con una decoración dorada con los doce signos del zodiaco. Hay guardo mis preciadas llaves doradas.

En mi pantorrilla derecha podía ver la marca del gremio de color rosa que destacaba notablemente con mi tono de piel pálido.
Y por último llevo unas botas de color marrón palido con un borde de color marrón oscuro.

Sonreí al verme así en el espejo observandome a mi misma en el espejo, creo que me veo ¿Bonita? Coloqué mis manos detrás de mi cabeza y sujete mi cabello de manera que éste simulaba una coleta.

Rápidamente negué con mi cabeza y solté mi cabello dejando que éste callera sobre mi espalda, creo que suelto me quedará mejor.

Suspire y decidí bajar abajo, son las cuatro de la mañana, creo que es un poco temprano para que los demás estuvieran despiertos, son bastante vagos en éste tiempo.

Cuando al fin estuve en la sala principal pude observar todo el lugar hecho un desastre. Hay, las fiestas del gremio, eso nunca cambia.

Coloqué mis manos en mi cintura mientras negaba, no podía dejar las cosas así, debo limpiar esto, y cuando vea a alguien entrar por la puerta juro que lo obligo a limpiar conmigo.

Caminé hacia el pequeño armario con los objetos de limpieza que había detrás de la barra. Cuando salí de allí deje unas escobas al lado de la puerta de la entrada, unos cubos de agua, jabón, fregonas y trapos para limpiar todo aquél estropicio.

- Limpiar con tanto silencio será aburrido - comenté de manera divertida colocando mis puños cerrados sobre mis caderas alzando mi mirada al cielo.

Colgado de la lámpara se veía una camiseta ¿Esa no es la camisa de Shima? ¿Cómo ha llegado hasta alli?

Bueno, eso da igual, alce mis hombros con desinterés, ya estoy acostumbrada a estas cosas. Cogí una lacrima que había en el gremio para poner música y vídeos y busqué una canción en específico.

La dragon slayer del solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora