Llevaba una semana internado. Tener al alfa de visita todo el día le estaba siendo bien. Ya tenía toda una colección de batas y camisas del pelirrojo. Sabía que Akashi estaba preocupado por él y por su bebé. Se lo había demostrado peroo...
-Por la tarde estarás dado de alta.
-Ya veo - al fin libre.
-Te llevaré a casa.
Casa. Kōki frunció los labios, tenía que buscas un lugar para vivir, no quería seguir molestando a Tetsuya. Por el momento seguiría unos días más, la subasta se llevaría acabo en quince días.
-Si. ¿Podía decirle a Tetsuya-kun que seré dado de alta. Y que olvide la llave de su casa.
Ladeó la cabeza -¿Ustedes dos viven juntos?
-Si- desvío la mirada.
Seijūrō frunció el ceño -Bien. Le llamaré. Aunque no ha de tardar. Me toca quirófano, vendré en la tarde.
Asintió. La mano del pelirrojo revolvió su cabello y se volvió a acostar.
Tenía que salir y realizar las tres pinturas de debía. Además, tenía que conseguir material y nuevos colores.
Se acurrucó contra las batas. Sabía que aquello era normal, esperaba que el pelirrojo le dejara mantenerlas, el aroma lo tranquilizaba.
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Le llamó al peliverde, y la repuesta que le dió no le gusto para nada.
¿Cómo se atrevieron?
Lo bueno es que ya había tomado su decisión.
-Akashi. Es hora.
-Voy, Shintarō.
Siguió a su amigo.
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Cuando despertó su ropa yacía en la silla. Por lo que se fue a duchar, y espero a que su amigo fuera por él. La enfermera le había dicho que esperara que fueran por el, ya que estaban tramitando el alta.
Cuando la puerta fue abierta se sorprendió al ver al pelirrojo. Se miraba tan agotado -¿Está bien?
-Cansado. Fue una operación muy complicada.
Asintió y miró la hora de la pared. Tetsuya se estaba demorando.
-Bien- Seijūrō tomó la bolsa vacía y guardo todas las batas y camisas -Vamos.
-¿Eh?
-Te llevaré a casa.
-Pero Tetsuya-kun
-Tenía algo que hacer.
-Entiendo. Gracias.
Se levantó de la cama y siguió al pelirrojo. En el trayecto vio como omegas le coqueteaban a su alfa, aquello le hizo gruñir ¿COMO SE ATREVÍAN? LOS ASESINARÍA... Negó. No tenía que estar pensando en eso.
Seijūrō sonrió al sentir los deseos homicidas de su lindo Omega.
Pronto abordaron el elevador, Seijūrō marco el subterráneo.
-Por aquí- dijo antes de doblar a la derecha al salir del elevador.
Kōki subió al auto que el pelirrojo le indico. En menos de cinco minutos abandonaron el hospital.
Kōki vio la avenida que dejaba a casa de su amigo -A la izquierda... IZQUIERDA.
-Lo siento. Iremos a otro lugar... Antes.
-Oh. Entiendo- miró hacia el frente y no dijo nada más. Se sorprendió cuando 15 minutos después un portón negro se abría. Era una bonita casa -¿Dónde estamos?
-Ven.
Dudoso descendió del auto, y miró del pelirrojo a la casa -¿Su casa?
-No.
-Oh... - ¿Si esa no era su casa, entonces de quien era?
-Es nuestra casa.
-¿Perdón?- preguntó inmediatamente.
-Eres mi Omega.
-Entiendo ¿pero eso que tiene que ver?
-Estamos enlazados, no podemos estar tan alejados y menos ahora que esperamos un hijo.
Aquella declaración hizo acelerar el corazón del castaño.
-Ademas, estamos juntos en esto. Sé que no nos conocemos y apenas hemos podido hablar pero somos pareja y vamos a tener un bebé. Así que... ¿Aceptas vivir conmigo, ser mi familia?
-Yo...
-No perdemos nada con intentarlo. ¿Que dices?
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Inesperado
FanfictionPara Kōki Furihata todo cambió en una noche. Y no solo para él. Akafuri