Inesperado

Iniciando

Seijūrō se despertó al escuchar algo metálico caerse. Se levantó rápidamente de la cama y corrió a la planta baja.

Al llegar a la cocina Koki hacia sobre una silla, y los sartenes tirados por todos lados.

-Lo siento. No alcanzaba y se cayeron.

Negó y comenzó a levantarlos -No te preocupes. En la parte de abajo de la izquierda están algunos. Nana-san es bastante alta y estos los ocupa ella.

-¿Nana-san?

-El ama de llaves de mi madre. A veces me deja comida preparada.

-Ya veo- intentó bajar pero la silla de tambaleó.

-Bien- Seijūrō sujetó de la cintura al castaño y lo depósito con cuidado en el suelo -. Tiene que tener cuidado.

-G-Gracias- murmuró avergonzado. Miró al pelirrojo, se notaba a dormilado.

-De nada. Vamos. Ayudaré.

-Pero yo...

-Entre los dos.

Kōki sonrió y asintió, el pelirrojo sin duda era un alfa especial, no era como los demás alfas -Está bien.

Seijūrō observaba al castaño moverse en la cocina -¿Desde que edad cocinas?

-Desde que tengo memoria - respondió mientras cortaba salchichas -. Al ser omega me educaron para servir al alfa.

-Ya veo... - notó la amargura en el castaño.

Kōki sonrió tristemente al pelirrojo -. Siendo Omega siempre supe mi papel en una relación... Solo que mis padres fueron más allá. Me obligaban a cocinar una y otra vez, limpiar el mismo lugar cientos de veces. Con Seijūrō-san  es divertido, es como ver a los padres de Tetsuya-kun.

¿Qué clase de padres eran los del castaño?

-Me gusta esto.

-¿Por qué seguías con tus padres?

-Está mal visto para un omega soltero salirse de casa sin estar casado o enlazado. Así que estaba encerrado en casa. Solo podía salir a clases y cuando tenía que entregar alguna pintura.

Seijūrō se enfureció -¿Te aplicaban neutrolizadores… verdad?

-¿Cómo lo supo?- preguntó, la cara del pelirrojo le hizo detenerse - ¿Qué?

-¿Te dieron explicación de su uso?

-mmm- Kōki lo pensó y recordó -. Si. Era para que los alfas no me atacarán cuando estuviera en celo.  Mis celos son muy irregulares, pero siempre se cuando me tocan. Y efectivamente nunca se propasaron conmigo.

-¡ESOS MALDITOS!

Kōki tembló y gimió ante la voz, le dió algo de miedo.  Pero en el lazo sentía que no era contra él, sino con sus padres.

-Los neutrolizadores hacen eso, neutralizan los sentidos del Omega, así como hacen que sus celos sean irregulares y sin olor para que ningún alfa los perciba. Es dañino contra el Omega que los ingiere.  Apuesto que siempre estabas enfermó, y te quedabas sin energía.

-Si.

-Te robaron de los más importante de un omega. Te "cegaron" tus sentidos y celos. Te quitaron la oportunidad de conocer a algún alfa antes.

¿Sus padres habían sido capaces de tal cosa? -¿Por qué hacerlo?

Seijūrō abrazo al castaño -Como doctor he visto este tipos de cosas... Y solo es para dejarlos al mejor postor...

-¿Venderme?

-Si. Una vez que dejan de suministrar los neutrolizadores, el omega tiene celos más seguidos y sus feromonas más fuertes, comienza a despertar. Esto regularmente lo hacen tres días antes de que se encuentre con el alfa.

-¿Por eso nos sucedió...?- no pudo continuar.

-No. De serlo la cosa hubiera Sido muy sangrienta. Posiblemente te hubiera matado. 

-¿QUÉ?

-Eres un omega adulto, por lo que una vez liberado de los neutrolizadores, hubiera sido como si estuvieras en un lugar con muchos alfas. Todos se hubieran ido contra tí. Tus feromonas hubiesen sido mucho más fuertes de lo normal. Ligeramente, el alfa se hubiera vuelto loco incapaz de controlarse.  Son pocos los casos donde un Omega sale vivo...

Kōki solo pudo abrazarse al pelirrojo y sollozar. Agradecía haber conocido al pelirrojo esa noche.