No grato

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En el trayecto a casa, cuando había alguna luz roja, Seijūrō aprovechaba para mirar a su dormitado omega.

La subasta había concluido satisfactoriamente para el castaño. Vendió todo.  Incluso  compró una pintura para su consultorio, y otro para su oficina en la corporación. 

Siguió conduciendo al cambio, por el tráfico tardó más de la cuenta.  Iba a entrar cuando los vio...

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Kōki abrió los ojos. No reconoció las calles -¿Nos desviamos?

-Si. Mi madre quiere que pasemos la noche en la casa, y que desayunamos con ello.

-Entiendo. Pero no tengo ropa.

-No te preocupes. Tengo mía de adolecente, supongo que algo te va a quedar.

-está bien- se frotó los ojos y se sentó correctamente. Minutos después llevaron a una muralla llena de maleza -¿Es aquí?

-Si. Demonios- rebuscó en el coche -. No recuerdo dónde dejé el control.

Kōki se hizo había atrás cuando el pelirrojo abrió la guantera y busco a tientas en ella.

-Ya. Listo.

La cortina metálica se abrió y entró a la propiedad.

-Es hermosa.

-¿Lo crees? Madre se ha esforzado.en las remodelaciones. Antes era más antigua, pero la han modificado con el paso de los años. Esta es la mansión secundaria Akashi, aquí en Tokio.  La principal está Kyoto.

Rio al ver la cara del castaño -Lo sé. Mis abuelos tenían obsesión por las grandes casas.

-Ya veo.

Descendieron del auto, y mientras bajaban la puerta de la casa se abrió.

-Seijūrō...

-Madre- la interrumpio -. Gracias.pr invitarnos a cenar y por el desayuno de mañana.

Shiori miró a su hijo a los ojos por unos segundos, y luego le sonrió al castaño -. Me alegra que accedieran. Kōki-san debe estar muy agotado. Sentimos no asistir pero tenía un operación, y mi esposo una junta.

-No sé preocupe, Shiori-san. Y gracias por la invitación.

-Pasen.

Asintieron y entraron a la casa.

-Hijo, porque  no llevas a Kōki-kun a tu habitación para que se ponga cómodo.

-Eso haré, madre- le besó la mejilla -. Gracias, más tarde le explico.

Shiori asintió y vio al par subir las escaleras, por lo que corrió a la cocina -Pongan dos lugares más. Mi hijo y su pareja estan aquí.

-Enseguida- respondió Nana.

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Kōki admiraba la habitación. Tenía de todo un poco, y lo que más le impactó fue ver la foto de Seijūrō de niño -. Era muy lindo de niño.

-¿Y ahora lo soy?

Kōki dejó el porta retrato antes de que se le cayera, y desvío la mirada  -Yo...
Se exaltó al sentir a Seijūrō a solo unos centímetros.  Su frecuencia cardíaca se disparó al ver lo ojos rojos tan cerca.

-¿Soy lindo?

-N-No... - sintió la molestia del alfa -. Pero Seijūrō-san es...

-¿Es?- presionó un poco más al castaño, rodeo su cintura y lo aproximó a él.

-E-Es atractivo- admitió avergonzado.

Kōki se sorprendió cuando el pelirrojo lo besó. No lo esperaba... Pero la sensación y el aroma del pelirrojo hizo que se relajará  en sus brazos y respondiera al beso. 

Que sin darse cuenta se estaba volviendo muy fogoso.

Esto hasta que Kōki tuvo cierta urgencia por separarse. No sé atrevió a mirar al pelirrojo  -Y-Yo... Baño.

-La puerta de la izquierda- respondió algo atontado por las feromonas del castaño. Debía contenerse por el bien de ambos.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora