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Imayoshi tocó el timbre de la casa.

-¿Quién?

-Shoichi Imayoshi. Akashi nos citó.

-Espere... Adelante.

El azabache subió al auto y condujo al interior cuando el portón se abrió.

Al abandonar el auto salió el alfa pelirrojo.

-Akashi.

-Su majestad.

El pelirrojo rodó los ojos -Imayoshi. Hanamiya. Bienvenidos.

-Tambien soy Imayoshi.

Por primera vez seijūrō notó a la niña detrás del azabache -¿DE VERDAD?

Ahora ambos rodaron los ojos. Todos hacían lo mismo.

-Daiki dijo que querías vernos.

-Si. Pasen.

-Linda casa- dijo Manatí al entrar, se sentía bastante hogareño.

-Gracias. Tomen asiento. ¿Algo de tomar?

-Agua.

-Claro. Mientras viene Kōki. Esperen.

Vieron al pelirrojo alejarse. Tomaron su tiempo mirando la casa hasta que sus ojos se enfocaron en la hermosa pintura. Eran dos niños.

Seijūrō regreso y les sirvió el agua.

-Linda pintura.

-Gracias. Kōki lo dibujó.

-¿Tú esposo?

-.... Si.

Makoto sonrió -¿Unión libre?

-Si...

-quien lo diría- Makoto sonrió y luego miro a su hija cuando le jaló el pantalón -. No amor. No quieras ir a recorrer a la casa.

-Siento la demora.

Ambos miraron hacia la izquierda. Las fotografías en los periódicos y tv no le hacía justicia al castaño.

-Kōki. Ellos son Soichi Imayoshi y Hanamiya Makoto.

-Un...

-Imayoshi Makoto- dijo el Omega -. Y ella es nuestra princesa, Miki.

-Un gusto conocerlos.

-Lo mismo. Ahora sí, que se les ofrece.

-Requerimos de sus servicios para localizar a la familia biológica de Kōki.

-¿EH?

Durante una hora se dedicaron a platicarle su situación al matrimonio.

-Ya veo. ¿Sabe dónde vivían antes de mudarse? - preguntó Shoichi a Kōki.

-A las afueras de Kyoto. Una vez escuché eso. La verdad no sé si sea cierto.

-Bueno. Nos encargamos encontrar indicios. Cualquier cosa nos comunicaremos con ustedes.

-Gracias- Kōki sonrió  al matrimonio.

Estuvieron platicando hasta que los pequeños Akashi lloraron.

-Permiso.

Miraron al castaño alejarse -¿Y los padres nunca preguntaron?

-No. Solo querían un hijo. Aceptaron lo que ese alfa les propuso.

-Malditos- farfullo Makoto.

-Si. Ayer vinieron y quisieron hablar con Kōki, se los permití. Nunca espere que Kōki escuchara esa plática que tuve con mis padres. Han pasado meses desde ese entonces.

-Haremos lo posible. Por ahora necesito una foto de tu esposo cuando era bebé. Buscaremos en desaparecidos.

-La consigo y te la hago llegar.

-Bien. Nos vemos.

Seijūrō despidió al matrimonio, para cuando regresó a la casa, Kōki bajaba las escaleras con ambos bebés en sus brazos -. Te he dicho que no bajes así. Te puedes caer.

Kōki giró los ojos. Seijūrō era sumamente protector -. Estoy bien. Además, sabes que no puedo separarlos.

-Lo sé- Seijūrō cargo al menor.

Kōki se sentó  en el sillón y segundos después llegó seijūrō, quién encendió la televisión.

El pelirrojo colocó a su bebé en las piernas y le jaló las mejillas -¿Quién es el bebé de papá?

Kōki rio ante las ocurrencias del alfa. Seijūrō era muy cariñoso con sus hijos -Ambos lo son.

-Lo sé- dijo sonriendole a su bebé, quién sonreía y aplaudía. -. ¿Cuándo es la cita con Ryōta?

-En una semana. Dijo que me va presentar al pediatra, que es muy bueno.

-Posiblemente sea Kōtaro.

-¿El novio de Reo-nee?

-Si. No sé si lo recuerdas- el castaño asintió -. Ya no es como antes. Es todo un alfa respetado entre sus pacientes y colegas.  Tiene muy buen currículum.

-Ya veo. Me alegra que sea alguien conocido.

-Si- seijūrō levantó a su bebé de las piernas y lo cargó -. Voy a cambiarme el pañal.

Kōki miró alejarse al pelirrojo, era un buen alfa y un excelente padre. No podía pedir más.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora