La Huída

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Seijūrō ayudo al castaño a llegar a la cama -Te traeré algo para las náuseas. Espérame aquí.

Asintió y volvió a meterse en el nido. Le avergonzaba hacer un nido, porque no conocía del todo su alfa.

Seijūrō regresó con un vaso de agua blanca -No te hará daño.
Aseguro al ver la mirada preocupada del castaño.

-Gracias- bebió lentamente, volvió a acostarse al terminar.

-Faltan unas horas para que amanezca - dijo mientras volvía a ingresar al nido. Abrazo al castaño y lo miró fijamente.

-¿Qué?- logró decir por la intensa mirada roja.

-Tenemos que hablar.

-¿De qué?

-De esas noches.

Kōki desvío la mirada -No recuerdo mucho.

-Yo tampoco lo hago. Pero recuerdo lo esencial, mi lado alfa te eligió.

-No estaba en celo.

-Yo tampoco. Algo pasó con nosotros que al vernos entramos en alguna especie de trance y follamos como locos por 5 días.

Las mejillas del castaño se tiñeron de rojo.

-Desperte ese día a tú lado. Estabas completamente dormido, fue obvio lo que pasó entre nosotros... No quise despertarte y entre al baño a ducharme. Cuando estaba todo lleno de shampoo sentí tu desesperacion y para cuándo logré salir ya te habías marchado. No sabía nada de tí. Ni como buscarte. Lamentablemente tuve que salir de emergencia del país. Ya tenía algunas operaciones agendadas en el extranjero, así que me fue difícil regresar antes. De hecho no teníamos ni una hora de haber regresado cuando ingresaste a urgencias.

-Tetsuya me dijo que se fue a golpes con Kagami-kun.

-Lo siento. Ya me disculpé con él. Mi reacción fue normal. Llevaban 4 meses desesperado por encontrarte y verte. Mi padre nos envío a atender urgencias porque Ryōta estaba colapsando, y justo cuando llegue a la sala de urgencias lo primero que sentí fue tú aroma en él... Y bueno, mi lado racional se perdió.

-Entiendo. Sé que muchos alfas son violentos por naturaleza.

-Lo sé. Intentaré no ser violento. Es la primera vez que me sucedió.

-Comprendo.

Abrazo al castaño -Hasta hora solo se tú nombre y edad por la ficha. Pero no sé nada de tí.

-Yo tampoco se mucho de Akashi.

-Akashi Seijūrō. 27 años. Alfa. Doctor. Tengo varias especialidades. Actualmente me estoy enfocando en neurología. Obviamente no estoy casado, y tampoco había estado con algún otro omega o beta. Tengo a mi madre Omega y mi padre alfa. Ya los conocerás.

-Ya veo.

-¿Y tú?

-Furihata Kōki, 22 años- se avergonzó al notar que el pelirrojo era mayor por 5 años-... Me gradué hace dos años de la carrera de Arte. Soy pintor, vivo de ello. Es mi pasión.

Seijūrō sonrió al sentir el orgullo en su pequeño omega.

-yo... Tampoco había estado con algún otro alfa o beta- Kōki sintió en el lazo los sentimientos del alfa-... Actualmente vivo con mi amigo Tetsuya y su familia.

-¿Tus padres?

Los ojos del castaño se llenaron de lágrimas -. Me sacaron de la casa al saber que había sido marcado por un alfa desconocido. Al parecer ya tenían arreglado un matrimonio, con un alfa mayor... Mucho mayor. Así que bueno, me sacaron. Tetsuya me recibió en su casa desde entonces. En 15 días tengo una subasta, pensaba usar ese dinero para comprar un departamento y mudarme.

-Pues ya no va hacer necesario. Vamos a vivir juntos. Seremos una familia

- Si. Aún así quiero comprar ese departamento, muchas veces prefiero estar sin compañía para pintar.

-Entiendo. Si quieres le digo a un amigo que los ayude a buscar algo.

-Gracias- Kōki sonrió al alfa. Akashi era amable.

Seijūrō se enamoró de esa sonrisa. Se acercó al castaño hasta que por unos milímetros sus labios se encontraron separados.

Ojos cafés y rojos se encontraron.

-Akashi Seijūrō.

Ambos se exaltaron y miraron hacia la entrada de la habitación -Mamá.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora