No entiendo

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Kōki respondió al beso. Cuando se separaron miro al pelirrojo -Yo...

-No tienes nada que decir- dijo al ver que el castaño estaba sin saber que decirle. Se levantó dispuesto a dejar los platos en el lavadero-. Será mejor ir a dormir.

Kōki se paró rápidamente y tomó al pelirrojo del brazo -. No. Yo solo... No... No entiendo que me pasa con seijūrō-san.

-Kōki...

-No entiendo que es exactamente lo que siento por seijūrō-san. Yo nunca antes estuve con algun alfa. Nunca había sentido lo que siento por seijūrō-san.

Miró al castaño se miraba tan adorable.

-Se que no es solo porque sea mi alfa. Lo siento aquí- se toco el pectoral -. Cada vez que lo veo. Cada que lo escucho. Cada vez que me toca... Mi corazón se acelera... Me pongo nervioso con solo verlo....  Yo... Solo quiero que seijūrō-san sea quien me ocasiona esto. Yo...

El pelirrojo no dejo al castaño terminar y lo besó. Sostuvo por la espalda baja a su Omega y el beso se volvió más salvaje.

Kōki respondió al beso y se aferró al pelirrojo, quien después de liberarlo del beso lo sujeto de la cadera y lo colocó sobre la barra y tiro de espaldas, seijūrō rompió la camisa.

-Seijūrō-San-  gimió cuando su alfa comenzó a jugar con sus pecho, sus pezones hinchados -. Duele.

El pelirrojo tiro del pezón izquierdo con sus dientes haciendo gemir a Kōki, mientras que al derecho lo torturaba con sus dedos.

Kōki se removió y gimió inquieto. Intentaba quitarse al alfa de encima pero el fuerte tiron hizo que se corriera.

-Delisiosa.

El líquido blanco se deslizaba por las comisuras de los labios del alfa.

-mghh Sei~

Kōki levantó su cadera cuando el pelirrojo le despojaba del shorts qué vestía junto con el boxer. 

Seijūrō no necesito preparar a su omega. Kōki ya había entrado en celo y estaba lo suficiente dilatado para entrar sin lastimarlo. Y así lo hizo, lo jaló hacia el bordo y entro en él.

-¡SEIJŪRŌ!- gimió cuando su alfa se enterró en él. Enroscó sus piernas en la cadera del pelirrojo y se dejó hacer. Movió los brazos y se escuchó los platos caer, no le importo, enterró sus dedos en la espalda del pelirrojo.

Besó ferozmente a su Omega. Kōki lo volvía loco. Abandonó su interior y bajo al castaño, lo giró, abrió la piernas y volvió a ingresar en él.

-Agh.. si... Seijūrō. Más- gimió al sentir la fuerte estocada.

-Amo cuando hablas  a sí- murmuró mientras le mordida la oreja.

No resistiría más. Con la mano busco su pene erecto y comenzó a masturbarse. Gruño  el nombre del alfa cuando el nudo se formo en su interior.

-Mala elección la posición- admitió seijūrō. No podían moverse.

-Seijūrō-San tuvo la culpa.

-Fue tu culpa por decirme algo tan lindo- dijo besando al castaño -. Te amo, Kōki.

-Yo...

-Con saber lo que sientes por mi me basta.

Asintió adormilado.

Seijūrō salió del interior del castaño media hora después, Kōki ya estaba quedándose dormido en sus brazos. Con cuidado lo cargó y lo llevó a su habitación.

-Baño- murmuró él castaño bostezando. 

Seijūrō lo dejó en el baño, se dirigió a las cunas. Sus pequeños yacían dormidos -Dulces sueños.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora