¡Seijūrō!

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Kōki despojó de la toalla húmeda mientras el pelirrojo lo miraba. Ya se le estaba pasando la vergüenza de que el pelirrojo viera su cuerpo desnudo. Nunca antes se había desnudado frente a otra persona.

Se sonrojo cuando notó la mirada en sus glúteos. Rápidamente se coloco el boxer, seguido del pantalón chandal -¿No tiene guardia hoy?

-No. Y tampoco operaciones, me llamarán en caso de alguna emergencia.

-Ya veo.

-Por eso pasaremos toda la tarde viendo películas.

-¿Palomitas?- preguntó, pensando si había para hacer naturales o de microondas.

-Si. Y acabo de pedir pizza.

Asintió entusiasmado -Busvar la película. Yo me encargo de las palomitas.

-Bien. Te veo en la sala.

Asintió y se colocó la playera. Buscó sus pantuflas para mayor comodidad.

Mientras se dirigía a la cocina tarareó una canción. Busco las palomitas y la metió al microondas, busco un recipiente para vaciarla, así como las servilletas, vasos y platos para la pizza. Escuchó el timbre, el repartidor había llegado por lo que se apresuró.

Cuando llegó a la sala, Seijūrō iba entrando con dos cajas de pizza -¿Dos?

-Se puede guardar lo que quedé para otro día.

-Vale- Se acomodó en la sala -. Olvide la bebida y el hielo.

-Ahora lo traigo - dijo mientras dejaba la pizza en la mesita de centro.

Kōki eligió la película y le dió play cuando escuchó al pelirrojo llegar. Tomó los platos y sirvió las rebanadas de pizza. Seijūrō se sentó a su lado, y ambos se acomodaron.

Mordió la rebana de pizza y sonrío, estaba deliciosa.

Seijūrō sonrió al ver al castaño comer con ganas -¿Esta buena?

-Si- le dió otra mordida.

Estuvieron viendo varias películas, aunque hubo varias pausas para que Kōki fuera al baño.

Seijūrō acarició la cadera del castaño cuando éste se apoyó en él.

Kōki se acomodó en el pelirrojo, sentía su leve aroma, lo que lo hacía ronronear. De pronto sintió un movimiento... -¡Seijūrō!

-¿Qué pasa?- pregunto preocupado. Pues el castaño se había separado abruptamente.

-Se mueve. Nuestro bebé se está moviendo- sonrió mientras acariciaba la zona. Tomó la mano del pelirrojo y la coloco en el lugar.

Seijūrō sintió el leve movimiento. Miró el lugar y vio las ondas de movimiento. Sentía las leves movimientos. Miró al castaño y lo vio sonriendo, se aproximo a él y lo besó.

Kōki se sorprendió pero respondió al beso, abrió la boca cuando la lengua del pelirrojo se intentaba abrir paso -mghhh~

El pelirrojo poco a poco fue acostando al castaño sobre el sillón, intentando no aplastarle.

Kōki gimió cuando el pelirrojo fue deslizándose por su piel esparciendo besos. Se cubrió la boca cuando el pelirrojo se ensañó con sus pezones.

Seijūrō logro levantar la camisa y siguió con sus besos hasta llegar al sendero feliz del castaño. Deslizó el pantalón chandal junto con el boxer. No dudo en llevar la erección a su boca.

-¡Sei-Seijūrō!- gimió cuando un largo dedo se abrió paso en su canal.

-Tranquilo- murmuró mientras presionaba con cuidado. Llevó a su boca la erección y lamió cual dulce. Levantó una de las piernas del castaño sobre el sofá para tener mas acceso.

-M-Me vengo- logro decir antes de llenar la boca del pelirrojo. Le gritó que lo escupiera pero el pelirrojo omitió su petición.

-Delicioso-murmuró observando la erótica vista que el castaño le proporcionaba -Voy a continuar.

Asintió sabiendo lo que seguía. Levantó su otra pierna contra la mesa de centro y se preparó mentalmente. Trago duro al ver la erección de su pareja. Gimió cuando el pelirrojo se frotó en su canal.

-Voy a entrar- comenzó a presionar en la entrada.

-¡Ya llegué, hijo! Mi... Lo siento.


InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora