Bueno

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Seijūrō se detuvo en el marco de la puerta. Tenían una semana durmiendo en el departamento de Kōki. 

El castaño llevaba días pintando sin parar. Le gustaba observar como trabajaba. Se miraba muy sexy mientras pintaba.

-¿Se le ofrece algo?- preguntó Kōki bajando un pincel. Sentía la mirada desde hace bastante tiempo.

-Voy a pedir comida, ¿quieres algo en específico?

-Quiero pollo frito. Con bastante mermelada.

Arqueó la ceja -¿Mermelada?

-Si. De fresa.

-Bien- no dijo nada ante el antojo. Se dirigió a la sala y llamó a una de sus tiendas favoritas. El pollo era bastante crujiente.

Media hora después llamaron de la recepción, tomó su billetera y se dirigió . Le dió la gracias a la recepcionista y llegó con el repartidor. Rodó los ojos ante la liberación de feromonas.

-¿Furihata Kōki?

-Si. Mi pareja- sonrió satisfactoriamente al ver al omega palidecer y cortar las feromonas.

-Son...

-Seijūrō-san.

El alfa volteó. Kōki yacía detrás de ellos, estaba de brazos cruzados. Estaba toda su ropa manchada de pintura. Su rostro no indicaba nada bueno -¿SI?

-Tardas.

-Voy- dijo pasándole el dinero al omega, tomó las bolsas y el cambio. Siguió al castaño, se apresuró a llamar al elevador.  Sin percatarse de la mirada de muerte que le daba Kōki al Omega, quien palideció y se apresuró a salir.

Abordaron el elevador, Kōki tecleo el código de su apartamento.

Seijūrō miró de reojo al castaño, se miraba molesto.

-¿Y?

Arqueó la ceja -. ¿Qué?

-¿Era muy bonito Omega?

-¿Qué?- arqueó la ceja y frunció sus labios en una clara sonrisa.

-¡¿Qué si le gusto el Omega?!

Aguanto la risa -. Pues era bonito.

La mirada de Kōki le hizo titubear -. Oh pues se puede ir con él.

-Claro. Solo que existe un problema.

-¿CUÁL?- Gruñó enfadado.

-No es tú - se apoyó en el castaño y le besó la cabeza -. Tú eres mío. Solo mío. Y yo solo te pertenezco a tí.

-Dijo que era bonito.

-Si. Lo dije. Pero Kōki es más hermoso- dijo besándole la mejilla. Sintió la alegría del castaño m. - Solo tengo ojos para Kōki.

El castaño se giró, paro de puntitas y besó al alfa -. No sé qué me pasa con Seijūrō-san. Yo no soy así.

-Somos pareja. Es normal que sientas celos.

-¡NO TENGO CELOS!

-Claro, y yo no me llamo Seijūrō- dijo sonriendo ante el rostro rojo de su Omega.

El elevador se detuvo y descendieron. Al llegar a la cocina colocó las bolsas en la barra.

Kōki colocó los platos, vasos y cucharas en la barra mientras Seijūrō abría los contenedores.

-Les pedí el favor de incluir un frasco de mermelada de fresa.

-Gracias- su boca se hizo "agua" de solo pensar en la mermelada con el pollo.

Cada quien se sirvió, Seijūrō le sirvio al castaño agua de naranja que había preparado.

-Gracias- Kōki tomó la mermelada y baño la pieza que había elegido.

Seijūrō frunció los labios al verle comer tal cosa.  De verdad parecía feliz comiendo eso...

-Está rico- dijo chupando la cuchara llena de mermelada.  Le dió otra mordida al pollo.

El pelirrojo se levantó abruptamente y corrió al sanitario, donde volvio el estómago.

Kōki, disfrutando de otra pieza de pollo, no se percató de la ausencia del pelirrojo hasta que le pregunto si estaba bueno el puré y no recibió respuesta.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora