Inesperado

Dolor

Kōki observo a la Omega inhalar y exhalar varias veces.

-Naciste el 3 de septiembre, al día siguiente fuimos dados de alta.   Pasamos las tres semanas en casa de tu abuela. En la cuarta semana, el 5 de Noviembre, apenas tenías el mes, Rin quizo ir al parque. No le ví problema, aunque solo estaba yo ya que tus abuelos y tú padre había ido a trabajar.  Así que empaque tus cosas y te coloque en el carreola. Salimos rumbo al parque, llegamos y había bastante gente;  estuvimos cerca de dos horas para que Rin se divirtiera.  Entoces...

Ren abrazo a su esposa al verla llorar.

-Rin se tropezó y comenzó a llorar. Me aleje solo unos metros para ayudar a tu hermano que estaba llorando... Cuando regresamos a la carreola, ya no estabas. Solo fueron unos segundos ... Y ya no estabas.  Grité y comenzaron a buscar, nada había visto nada- lloró en los brazos de su esposo.

-Estaba en el trabajo cuando recibí la llamada. Corrí al parque y la policía ya estaba. Hubo patrullas yendo y viniendo pero no te encontraron.  Obviamente hicimos la denuncia y hemos buscado todos estos años pero nunca te encontramos, nunca hubo pistas de tu paradero hasta ese día de la subasta.

Kōki se limpio las lágrimas, se dejó abrazar por el pelirrojo.

-En la investigación descubrimos que unos días después otro omega, de apenas unos días también fue robado. Pero aquel robo si fue sangriento, el Omega  lucho por su hijo y fue asesinado. Solo sabía que había sido una mujer rubia pero la policía nunca encontró nada.

Seijūrō miro a Kōki -¿Fue cerca de ustedes?

-. En el siguiente pueblo. Creímos que podía ser lo mismo pero no encontramos algo que  relacionara nuestro caso.   

-Pues pudo ser el mismo alfa. Él se casó con otro Omega unos días después de que ... Conocí a Kōki.

-Bien. .. ¿y ustedes cómo se conocieron?- Preguntó el matrimonio haciendo titubear al par.

-Creo que eso lo hablaremos en otro momento- dijo Seijūrō-. Es mejor que ustedes hablan y se conozcan.

Los cuatro asintieron y estuvieron platicando hasta alta horas de la noche.  Se despidieron y se dirigieron a sus respectivos hogares, pues los Kazehaya habían decidido mudarse para encontrar al castaño.

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Seijūrō sabía que su Omega estaba enojado con él. Así que solo pudo quedarse en silencio en el trayecto a casa.

Kōki entro a la casa y se dirigió a la habitación para tomar una ducha. Seijūrō escuchaba la ducha caer, kōki tenía más de una hora en el baño. Ya estaba preocupado, iba al baño cuando la puerta se abrió. La mirada rojiza y la expresión del castaño le estrujó el corazón -Kō...

-Estoy enojado.

-Lo sé.

-Debiste decirme.

-Si. Lo sé . Pero no quise darte falsas esperanzas.

-Aun así..

Seijūrō abrazo a su Omega -. Te amo y no quise darte falsas esperanzas. No soportaría verte triste. Así que prefiero que estés enojado conmigo.

-Sei- miro a su alfa.

-Yo solo quiero protegerte- murmullo antes de besar al castaño. Kōki estaba helado -. Estás muy frío.

-Hace frío.

-Dejame quitartelo...