seventeen

571 106 33
                                    

Voten, no sean lectores fantasma >:v
_________________
----------------------

Diane rió y sonrió─Gracias, lo hice con amor─Dijo con una sonrisa mientras servía un poco de chocolate caliente con leche.─Toma─Dijo poniendo los vasos al lado de los platos, el niño que ya estaba sentado dio las gracias por la comida y comenzó a comer junto a su niñera.

─Estaba delicioso, gracias─Agradeció dulcemente el niño, llevandolos a lavaplatos, para luego correr a la puerta.

─¡Eh, Edgar! ¿A dónde vas?─Exclamó con el ceño fruncido la mayor mirando al nombrado.

─Le prometí a Mead ir con él al arroyo─Informó con una sonrisa─Vendré antes de almuerzo, adiós Dayana─Se despidió y salió por la puerta cerrandola al instante.

─Este niño me sacará canas─Se quejó la de orbes amastitas terminando de comer.─Hoy no ha venido Gowther, que raro. Bueno tal vez se le hizo tarde─Pensó la fémina.

Diane al verse sola se dispuso a ir al sofá a leer, "La Voz Del Amor" comenzó a leer mientras las horas pasaban ella tomaba un poco de té, ya iba por la mitad del libro, en donde la trama comenzaba a ponerse interesante. En este lapzo de tiempo ya había preparado el almuerzo, chuletas con ensalada de papa y arroz, ella ya habí almorzado, esperaba al niño para servirle.

La puerta sonó y ella fue a abrir, al hacerlo Edgar entró y comenzó a comer lo que estaba en la mesa como un rayo.

─¡Espera! Te vas a ahogar─Advirtió Diane con el ceño fruncido.

Edgar tragó lo que tenía en la boca─Lo siento, pero tenía hambre─Dijo avergonzando.

─Intenta comer despacio ¿Qué te parece si te leo un libro en lo que queda de la tarde?─Sugirió con una sonrisa. El niño terminó de comer y se sentó junto la castaña la cual tenía un libro en la mano "La Mentira Campesina". Comenzó a leer en voz alta intentamdo imitar distintas voces para cada personaje, pero al final sonaban graciosas y comenzaban a reírse fuertemente.

El crépusculo se asomaba por la ventana, Diane se levantó para hacer huevo con pan tostado, al terminar de comer siguieron leyendo pero un grito los saco de su tranquilidad.

─¡Diane, la serpiente de los siete pecados! ¡Está rodeada!─Gritó una voz grave desde fuera. Diane entró en desesperación, tomó de la mano a Edgar y subieron rápido al segundo piso.

─¿Dayana? ¿Qué pasa?─Preguntaba angustiado el niño, mientras veía como su niñera metía todas sus pertenecias a una mochila─¿Te vas a ir?

─Lo siento pequeño, pero me encontraron─Se incó a su altura y besó su frente─No te olvidaré y espero tu no lo hagas.─Susurró limpiando las lagrimas que salieron de los ojos del pequeño.

─Dayana, por favor no te vayas.

─Lo tengo que hacer. Edgar, te prometo que regresaré algún día, sea viva o muerta─Expresó con una sonrisa la chica subiendose a la ventana para saltar.

─Sí, te esperaré. Diane─Habló con lagrimas y su voz quebrada mirando a Diane. Ella sin más salto por la ventana y sigilosamente se fue por entre la multitud.

Pero cuando volteo a ver lo que pasaba se encontró con la mirada ambár de aquel hada, de aquel que le robo sus suspiros, sus besos y caricias, el que le robo el corazó. Con el pésame más profundo salió corriendo sin mirar atrás y cuando el rey hada iba a salir volando tras ella un rayo rosado atravesó su cabeza haciendolo olvidar aquellos segundos donde la vió, confundido volvió a mirar al frente pensando que no había pasado absolutamente nada.

Mɛ Tɛռɢօ Qʊɛ Iʀ      ↳κιαπε  |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora