fifty five

390 46 12
                                    

Toca boda de la única que tiene papá JAJAJA
_____________________________
--------------------------------------

─Creo que esta oficialmente es la semana de los casados─Comentó la pequeña rubia, pasando las hebras albinas entre el peine de plata fina.

─Me alegro que ustedes hayan podido unirse a sus amados─Habló Diane con una sonrisa, luciendo el vestido amarillo pastel con el escote en V, colgando de dos tiras finas que caían por sus hombros desnudos, el vestido llegaba a medio muslo con pequeños voleros blancos al final de este, en su cintura y cordón de seda fina color blanquecino, sus pies era cubiertos por unas zapatillas blancas como la nieve.

─¿Y tú qué Diane?─Preguntó Merlín incorporándose por detrás de Elizabeth.

─¿Yo?

─¿Cuándo te vas a casar... o?─Inquirió Elaine fijandose en el anular desnudo.─¿Mi hermano... ?

─Seguro me lo pedirá pronto, tenemos que recuperarnos de todo lo que ha pasado este año ¿No? Cada cosa a su tiempo─Contestó con una sonrisa tierna, tomando entre sus manos una caja de cristal que había en el tocador de la habitación.

─Tienes razón, ya quiero verte con el vestido de novia─ Expresó la albina, que poseía un vestido con escote de corazón, dejando su espalda al descubierto, en su cintura empezaba la falda voluminosa, con fragmentos de diamantes incrustados, que brillaban gracias a la luz que se filtraba por la terraza, su torso era marcado por el ajustado vestido en la parte superior, un collar de diamantes adornaba su cuello, cayendo por su clavícula, sus manos tenía guantes de encaje blanco, sus pies con tacones blancos, que se apegaban a el delgado pie de la albina, su cara estaba levemente sonrojada, sus labios bañados en un labiol color rosa, pequeñas hebras platinadas decendían por sus hombros.

─Sí, yo también ─Continúo Merlín aplicaba el labios rosado encima de los labios carnosos de Ellie.

─¡Me pido peinarte!─Exclamó la pequela rubia con una sonrisa, mientras terminaba de trenzar el platinado cabello de la Diosa.

─Okey, como quieran ─Rió y abrió la caja de cristal que a su vez depositaba  en la pequeña mesa de madera que estaba a un lado, sacó unos preciosos aretes con un dimante colgando de ellos, y con cuidados se los puso a Elizabeth. ─Que elegancia, princesa─Bromeó he hizo una reverencia.

─Muchas gracias su majestad─Copió la reverencia y rió.

─Listo ¿Qué te parece?─Avisó Elaine mientras posaba un espejo de oro enfrente de la princesa dejándola admirar su peinado.

Un semi recogido, con trenzas en los laterales, su cabello blanco decendía por su espalda, y pequeñas margaritas se mesclaban por las hebras platinadas.

─¡Que bonito Elaine, muchas gracias!─Exclamó con una sonrida Ellie abrazando al hada.

Toc, toc.

Sonó la puerta.

Y la cabeza del rey se coló por entre la puerta.

─Oh, rey ¿Necesita algo majestad?─Habló Merlín mirándole con su mirada dudosa.

─Quisiera hablar con Elizabeth antes de que la boda empiece─Contestó nervioso.

─Claro, vamos ─Dijo Elaine y pasó por un lado del rey, haciendo una pequeña reverencia, luego Merlín que se inmutó y luego Diane.

─Que hermosa estás mi niña─Alagó el rey abrazando a su hija con delicadeza.

─Muchas gracias padre.

Fue lo último que escucho Diane, mientras se apoyaba en la puerte a su vez que la cerraba, con su mirada sin brillo, su copete ocultaba sus ojos mientras mantenía la cabeza gacha.

Mɛ Tɛռɢօ Qʊɛ Iʀ      ↳κιαπε  |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora