thirty

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Ahhh, esto ya no parece Kiane, a ver como arreglo todo para que pase lo que tengo en mente y pueda hacer bastante kiane osiosi (Voy diciendo que tal vez la historia duré 50 cap's)
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─¡Eh! ¡Ahí está!─Expresó la de hebras castañas con una sonrisa.

─Sí, pero ha cambiado supongo que su nuevo rey no ha querido dejarlo como antes.

El reino de nombre "Camelot" ahora gozaba de una plaza en el centro, esta plaza tenía una fuente que a su interios tenía agua cristalina, el reino era colorido dando un ambiente tranquilo y solemne.

─Se llamaba... ─Diane miró el cielo cerrando los ojos para buscar en los rincones de su memoria y acordarsé del nombre del rey de Camelot.

─Kay, o algo así, no recuerdo.─Continuó poniéndo sus dedos en su mandíbula mientras miraba al cielo celeste.─No nos quememos el cerebro es eso. Lo importante es llegar no?

─Sí... ─Murmuró con una sonrisa.

─¿Cómo te gustaría ser?

─¿Eh?─Emitió arqueando una ceja.

─¿Cómo te gustaría que la gente te tuviera en su memoria? ─Repitió mirandola.

La castaña sonrió.─Gordita, chaparra, cabello corto color caramelo y ojos cáfes, como si fueran dos chocolates.─Contestó con una sonrisa tranquila.

─¿Era tu amiga? ¿Esa chica era tú amiga?─Inquirió Gowther, Diane miró su dedo y se dió cuenta que él le había leído la mente.

─Era... Pero no fue porque yo me alejará. Los gigantes viven muchos años, pero por unos bandidos y el orgullo gigante ella no pudo disfrutar esa longeva vida.─Expresó meláncolicamente.─Ella era tan... Hermosa y pura. Su nombre era Dolores y la extraño tanto... ─Cuando estaban apunto de salir esas lágrimas traicioneras, el rubio la abrazó.

─¿Por qué la recuerdas sí te hace daño? No creo que a ella le hubiera gustado eso, Diane.─Habló tranquilamente y la castaña explotó en lágrimas de euforia.

─Te quiero mucho, Gowther.

─Yo también, Diane.─La apretó más contra su pecho como si esa fémina se fuera a escapar de allí.

•••

Tras unos minutos de esta escena tan emotiva, los dos procedieron a seguir el rumbo de aquel sendero de piedra que guíaba el camino al reino de Camelot, antes de llegar Gowther jaló a Diane del brazo; La apretó contra su pecho rodeándola con su brazo y atrayéndola hacia él, luego un largo rayo rosa salió de su dedo indice, pasando por cada cabeza del reino.
Esta acción duro unos cinco minutos, al separarse, Diane estaba perfectamente compitiéndo con un tomate.

─¿Eh? ¿Qué pasa?─Preguntó con una expresión de sorpresa el chico.

─Nada, nada, cosas mías, cosas mías.─Respondió rápidamente la fémina mientras movía su mano de un lado al otro a la par de su rostro.

─Bueno, pregunta ¿Qué planeas hacer o dónde planeas quedarte?─Preguntó el rubio mirándola con duda.

─¿Eh?... ─Silencio.─No lo pensé antes de venir.─Sonrió inocentemente, el muñeco se golpeó la frente con su palma.

─Primero debemos buscarte una casa ¿Va?─Sugirió el rubio, la castaña asintió.─Nos veremos aquí en diez minutos, nos separaremos y preguntaremos si hay un lugar disponible ¿Sí?─Diane asintió y ejecutaron el plan.

Gowther se fue al Este y ella al Oeste. Le preguntaron por lo menos cada uno a veinte personas: Altas, bajas, gordas, flacas, jovenes, viejas. De todo tipo, si señor.

Mɛ Tɛռɢօ Qʊɛ Iʀ      ↳κιαπε  |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora