forty

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Perdón por dañarles el Kiane, pero para que salga el arcoiris tiene que haber tormenta.
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─¿Ai wa Itai?─Preguntó el hombre bicotudo a su prometida.

─Es una maldición que se da por medio de quien la toca, esta maldición se gráfica por una flor que aparenta ser venenosa llamada Mandora.─Explicó la maga mientras revolvía un líquido morado en un embase.─La maldición costa de quien la toque; Esta se puede usar para tu "beneficio", ya que la persona que amó o ama aquel individuo, o sea, para manifestar la maldición hay que hacer que la persona que amas toque donde justo tú tocaste la flor, cuando pase eso sabrás que es victima de la maldición ya que brotará una diminuta flor violeta en su espalda.

Tomó uno de sus libros, rebuscan entre unas quinientas páginas, se lo pasó a su pareja mostrando una página en específico donde se hallaba una flor morada rara.

Continúo:─Esta maldición hará que todos aquellos que ella ama o quiere la odíarán, entre más gran el amor y cariño, más odio y agresividad, aunque el clan de la diosas es díficil ya que esta maldición fue plantada por una de ellas, a sí que sólo seguirá la corriente sin ser consiente de esto, por otro lado, sí alguien tiene la capacidad de leer mentes no será victima de ello, si sigue la corriente es que es consiente de todo.─Merlín hizo una pausa para tocer puesto que la pósima en la que estaba trabajando soltó demasiado humo.─La maldición se rompe cuando aquella persona haya pensado en atentar contra su propia vida, y aquellos que sufrieron el efecto se culparán a ellos mismos o mutuamente, aunque la peor parte es quien más le ama, ya que se intentará quitar la vida o incluso lo llevará a la locura absoluta. A mi parecer una maldición bastante interesante.. ─Finalizó, pero hubo un "click" en su cerebro y como un rayo se acerco a su pareja.─¡Ya sé! ¡Eso era! ¡Diane fue victima de esa maldición!─Exclamó sorprendida.

─Pobre de Diane... ─Expresó desanimado.

─Lo malo es que eso no me dice el paradero de ella, y no se si eso logré hacer que vuelva.─Miró al techo y se restregó sus sienes.─No... Gowther me dijo que ella está bien ¿Eso no significaría que la maldición ya no existe?─Pensó la maga.─¿Sabes cariño? Mejor olvidalo seguro con todo lo que tengo en la mente yo terminaré volviendome loca.─Rió por último, su prometido asintió y la siguió ayudando en sus experimentos.

•••

En la taberna había bastante cantidad de personas, Elizabeth corriendo de un lado al otro junto a Elaine y Jericho, la última se ofreció a ayudar mientras volvía Diane.

─¡Tres pasteles de carne a la mesa cuatro, Elie!─Exclamó la aprendíz de caballero mientras le daba una bandeja a Elie.

─¡Entendido!─Tomó la bandena y casi corriendo la dejó en la mesa.

Las chicas estaban de aquí para allá, sus pies dolían por montones o bueno, solo los de la diosa y la caballero ya que la hadita estaba bien tranquila flotando de aquí para allá.

Y como sí de los dioses se tratarán llegó Gowther, quien se vistió y ayudó a sus amigas a atender las mesas.

Mɛ Tɛռɢօ Qʊɛ Iʀ      ↳κιαπε  |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora