twenty one

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Liones, 3: 30 p.m. 4 de Marzo

Narración Elizabeth.

Me encontraba caminando por las calles del reino, saludando y siendo saludada por los habitantes de él.

Compré algunas cosas, entre ellas frutas, especias y la más destacada un collar con una flecha, este era para Diane.

Al comenzar a caminar hacia la taberna, percibí el sonido de una puerta, que no era ni más ni menos la casa de Howser, rápidamente me escondí en un pilar, lejos pero lo suficiente cerca para vee y escuchar todo.

Diana salió, pero se escuchó una voz detrás de ella.

─¡Diane!─Exclamó una voz tras ella, aparentemente era Howser─Gracias.

─¿Eh? ¡Idiota! ¿¡No te dije que te quedarás en la cama!?─Seguido de este grito un portazo.

Corrí hacia una ventana donde creía que ers el cuarto de Howser y estaba en lo correcto. Escuché la puerta cerrarse y alguien cayó en la cama.

─Supongo que te quería agradecer, aquella planta venenosa me dejo muy mal, pero con tus cuidados me siento mejor─Habló Howser a aparentemente Diane.

─No deberías agraderme a mí, Gil fue el que me llamó, pero no entiendo ¿Por qué no llamó a Elie?

─Digamos que... No puede. Además estando con mi compañera de entramiento me siento más cómodo.

Se escuchó la risa de Diane.

─Supongo que es cierto.

─¿Ya se lo dirás a King?─Interrumpió Howser ¿Decir qué?

─¿Eh?─Emitió desconcertada─Ni de chiste, es bastante celoso, aunque solo estoy aquí para cuidarte pero igual, entre que le explicó con sólo mencionar tu nombre ya te estaría atravezándo con Chastiefol.─Suspiró ─Bueno, te dejo tengo que ir a la taberna, la sopa está en la cocina si necesitas algo utiliza la perla que Merlín me dio. ¿Ok?

Al parecer Howser asintió, los dos se despidieron. Me lancé a unos arbustos y ví pasar a Diane en dirección a la taberna ¿Era eso lo qué ocultaba? Es verdad, King era celoso, supongo que haría lo mismo si fuera mi caso.

Al ver que Diane se había alejado, salí y comencé a caminar apresurada par alcanzar a Diane, claro, no sin antes sacudirme la tierra y ramitas que se pegaron a mi ropa.

Al estar en un distancia corta la llamé.

─¡Eh! ¡Diane!─Me hice la pelota y caminé hasta estar a su costado.─¿En dónde estabas?

─Fui a visitar a Matrona, nada importante. Dime ¿Y tú dónde te encontrabas?─Contestó con una sonrisa.

─Estaba comprando algo, por cierto esto es tuyo─Dije sacando una pequeña cajita de madera, donde se encontraba el collar que le habia comprado.

─¡Wow! ¡Elizabeth, es hermoso! ¡Gracias!─Expresó con euforia para luego abrazarme.─¡Eres la mejor amiga que podría tener!

─De nada Diane, y tu eres la mejor amiga que podría desear.─Respondí. Al separarnos emprendimos rumbo a la taberna.

•••

Narradora Omnisciente

Liones, 2: 53 p.m. 17 de Junio

─Y eso fue lo qué paso King─Bajó la mirada apenada.─Pude haber evitado muchas peleas entre tú y Diane. Pero tenía miedo de que pensarán que era su complice o algo. ¡Lo siento!─Gritó lo último mientras lágrimas escurrían de sus mejillas, se sentía impotente.

El hada estaba estupefacta, le faltaba el oxígeno, sentía como su sangre se paralizaba, su mente en blanco, sentía frío aunque hoy fuera un día caluroso en el reino.

Mɛ Tɛռɢօ Qʊɛ Iʀ      ↳κιαπε  |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora