(Habían pasado unos días desde que Miyuki había llegado a la mansión de KarlHeinz. En ese tiempo, no pasó nada fuera de lo normal. Por lo general, Miyuki pasaba el rato en su habitación, en la biblioteca o en el jardín observando los infinitos tipos de flores que había, intentando evitar a KarlHeinz, ya que se sentía incómoda con su presencia. Una mañana, estaba en la biblioteca leyendo un libro de química mientras bebía una taza de té.)
-Miyuki: Por muchos libros que lea, siempre termino aprendiendo algo nuevo. Es increíble cómo cada día se descubren cosas nuevas en el mundo. Aunque...no es lo mismo estudiar de libros que estudiar con Reiji-sama... (Suspiró) Me pregunto qué estarán haciendo mis amos en este momento. (En ese momento, una de las sirvientas de KarlHeinz, que al parecer se llamaba Sylvie, entró en la biblioteca atrayendo la atención de la de cabello azul.)
-Sirvienta: Tsukio-sama, ya está la comida servida. Y a KarlHeinz-sama le gustaría hablar.
-Miyuki: Ya voy. Gracias por la información. (Cuando la sirvienta se fue, dejó el libro cerrado sobre la mesa y se dirigió al comedor donde la esperaba el vampiro.)
-KarlHeinz: Ah, Miyuki-chan, siéntate. (La chica se sentó con desconfianza en frente del vampiro.)
-Miyuki: ¿De qué quería hablarme, KarlHeinz-san? Por su expresión, parece algo importante.
-KarlHeinz: Así es. Verás, Miyuki-chan... debes tener cuidado a partir de ahora mientras estés en esta mansión.
-Miyuki: ¿Eh? ¿A qué se refiere?
-KarlHeinz: A mis hijos no les gustaría que te ocurriera algo, así que sé cauta desde este momento. Alguien puede tenerte en su punto de mira. Obviamente te protegeremos de cualquier mal, pero...es posible que no estemos todo el rato. Por eso, si notas algo que te llame la atención, avísame a mí o a alguna de mis sirvientas.
-Miyuki: Entendido...
-KarlHeinz: No pretendo asustarte, sino advertirte.
-Miyuki: Lo entiendo, KarlHeinz-san. Le agradezco su preocupación.(Cuando terminó de comer.) Si me disculpa... (Se levantó para volver a la biblioteca. De camino, se fijó en una puerta que la recordaba a la puerta que daba al sótano en la mansión Sakamaki, la cual siempre la había dado mala espina.)
-Miyuki: No debería acercarme demasiado... (Decidió ignorar la puerta y seguir el camino a la biblioteca. Aunque su intención era continuar leyendo el libro que poco antes había tenido que dejar, no pudo sacarse de la cabeza la advertencia del vampiro. ¿Y si alguien estaba tras ella? ¿Y si fuera a pasar algo malo? ¿Estaría relacionado con lo que estuvieran haciendo sus amos? ¿Estarían ellos en peligro? Esas y muchas otras preguntas no dejaban de aparecer en su mente. Por mucho que quisiera, no podía simplemente ignorarlo. Más que en ningún otro momento desde que llegó a la mansión, deseó ver a los seis hermanos y poder comprobar que estaban bien, pero eso no era posible. Para cuando se quiso dar cuenta, se había quedado dormida. Para cuando se despertó, era de noche. Calculó que sería más o menos medianoche. Al parecer, ninguna sirvienta había querido despertarla para cenar, pero a cambio la habían dejado un plato tapado a su lado con una nota incluida.)
-Miyuki: "Miyuki-chan, eres realmente hermosa cuando duermes. No me gustaría despertarte, así que le he pedido a Sylvie que te deje la cena preparada. Espero que no se haya enfriado para cuando despiertes. Atentamente, KarlHeinz." (Miyuki miró el plato tapado por una campana de plata. Unos segundos después, estaba cenando sin dejar de leer el libro. Al acabar, posiblemente por la costumbre de la mansión, fue a la cocina a fregar el plato y los cubiertos que había usado. De camino a su habitación, de nuevo pasó por la puerta que la recordaba a la del sótano de la mansión Sakamaki. Aunque su intención era ignorarla, no pudo evitar entrar en la habitación a la que daba la puerta cuando escuchó un grito procedente de allí. Al contrario de lo que había supuesto, la puerta no daba a una sala, sino a unas escaleras que tendrían que llevar a alguna parte. El estrecho pasillo de escaleras estaba muy oscuro, así que Miyuki tuvo que encender una vela que había en la entrada para poder bajar sin caerse. De nuevo, escuchó el grito. Era un alarido femenino que inspiraba terror. Al escucharlo, Miyuki no pudo evitar aumentar la velocidad a la que bajaba, frustrada, temiendo encontrarse de nuevo con nada, tal y como había pasado días antes con la mujer apuñalada de cabello blanco.)
-Miyuki: Debería avisar a KarlHeinz-san, tal y como me dijo, pero...si hay alguien sufriendo es posible que para cuando venga KarlHeinz-san ya sea demasiado tarde... Tengo que darme prisa. (Antes de darse cuenta, estaba corriendo escaleras abajo, casi rezando para no encontrarse con nada extraño o que la hiciera arrepentirse de haber bajado. Cuando llegó al final de las escaleras, solo había una diminuta sala de paredes doradas que únicamente contenía un armario negro de aspecto antiguo y muy caro y un maniquí en el centro de la sala con un vestido muy extraño.)
-Miyuki: ¿Qué se supone que es esto? ¿Un vestido? Pero... ¿de dónde venía entonces el grito? (Antes de que pudiera pensar en una respuesta, escuchó una voz femenina pidiendo ayuda. Miyuki miró a todos lados buscando la procedencia de la voz, pero sin resultado alguno. Era como si la voz procediera de todas partes y de ninguna. Miyuki no pudo evitar empezar a sentirse incómoda, confundida e incluso con miedo. Del vestido, que por cierto era largo y blanco con algún que otro volante rosa pastel, salió una especie de presencia que se acercó a Miyuki con una extraña sonrisa en la cara.)
-Miyuki: Tú eres...eres la mujer a la que apuñalaron el otro día... Eso es imposible, no puede ser... (De pronto, notó que las manos de la mujer rodeándola y presionándola el cuello con las dos manos. A pesar de parecer un espíritu, Miyuki podía sentirla como de carne y hueso, lo que solo la confundió más. Puso sus manos encima de las de la mujer intentando quitarla de su cuello, pero no hubo resultado. Cada segundo que pasaba, la costaba más respirar. Por mucho que forcejeaba no conseguía quitarse a la extraña mujer de encima.)
-Miyuki: ¿Qué quieres de mí? ¿Quién eres?
-???: ¡Tú eres la culpable! ¡Aléjate de mi hombre! ¡Por tu culpa...! ¡Por tu culpa...! (Debido a la fuerza que estaba usando, Miyuki empezó a perder la consciencia y por tanto, dejó de escucharla con claridad. Sin poder aguantar más...cerró los ojos.)
Y hasta aquí el capítulo 42. Espero que os haya gustado. ¿Quién será la extraña mujer? ¿Realmente será Christa, la difunta madre de Tsunbaru? ¿Sobre qué intenta papamaki advertir a nuestra protagonista en realidad? ¿Habrá muerto Miyuki-chan? ¿Quién sabe? ¡Lo descubriremos en los próximos capítulos! Chayoooonaraaaaa.
Sana-Chan01
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La nueva sirvienta (Sakamaki brothers x reader)
FanficLa historia trata sobre Tsukio Miyuki, una chica de 16 años que es enviada a la mansión Sakamaki y... Si queréis saber lo que pasa, entrad a leerla. Este es mi primer fanfic, así que no sé cómo habrá salido. Como sea, espero que os guste. No copiar...