Sentí que había dormido en una nube: ¡esta cama era mucho más suave que la anterior! Aunque eso no me permitió seguirme así hasta tarde, pues el reloj a mi lado ya marcaba las cinco de la mañana. Claro, no estaba acostumbrado a levantarme tan temprano, pero tal vez era lo más conveniente: ahora iniciaba una nueva vida y con los nervios a todo dar. Ahora que reflexionaba, me acordé que ni siquiera le había preguntado a Freddy a qué hora abría el restaurante. Lo mejor sería salir de estas cobijas calientitas y checar el stage; ¿habría alguien ahí?
Aparte de eso, aún debía trabajar en mi seguridad en su presencia: podría pensar que era un muchacho tonto o muy tímido; lo era, de eso no quedaba duda, pero no debía serlo enfrente de él.
¡Pero lo mejor es esta cama tan calientita! Aunque solo fuera una gran y cómoda cobija blanca, aquellas a las que llamaban «polares», o al menos así había escuchado a un hombre decir eso en MoonLight entre conversaciones. Era suave y muy cálida. Me sentía muy tentado a quedarme postrado aquí hasta las ocho de la mañana, sin embargo, tenía deberes que cumplir con mi jefe, así que era hora de despedirse de la almohada.
Cuando salí de mi cuarto, vi que el cuarto de Freddy estaba abierto. ¿Tan temprano ya se había levantado? Tenía la esperanza de encontrarlo dormido o dentro de su cuarto. Esperaba que esto no significara que había dormido de más.
—¿Bonnie, eres tú? —preguntó Freddy desde la cocina.
—¿Sí?
—¿Puedes venir a ayudarme en la cocina con algo?
Le dije que sí, que ya iba.
No parecía que nada hubiera cambiado. Esas lindas decoraciones infantiles seguían intactas. ¡Qué bueno! Por un momento creí que encontraría todo brillando como cristales nuevos y un programa ya hecho para el día de hoy.
La cocina, de paredes amarillas y muebles color café, encontré a Freddy. Estaba cocinando, o por lo menos parecía estar ocupado con una clase de masa: se le manchó un poco la oreja y el delantal ya no tan blanco que usaba. ¡Qué chistoso se veía con eso!
—¡Buenos días, Bonnie! —dijo Freddy volteándose a mí—. Disculpa que te moleste a esta hora de la mañana, sólo quería saber si de casualidad podrías ayudarme a preparar una pizza.
¿Pizza? ¿Quería que hiciera una pizza? No tenía idea de cómo se hacía una. Lo único que sabía acerca de las pizzas era que eran deliciosas y circulares. Inflé mi pecho y le dije que sí, y que nunca había hecho una en mi vida.
—Yo tampoco —se rio—. ¿Te agrada la idea de que intentemos hacer una juntos?
—Claro —dije con voz débil.
—Muy bien, ven —me hizo una seña con su garra para acercarme—. Bueno, yo estaba poniendo un poco de agua a esta bola de masa, porque estaba muy pegajosa, y yo sabía que las pizzas necesitan ser extendidas sin problemas, así que el agua debería hacer que sea más suave la masa. Pero ahora es demasiado suave. Ya no sé cómo repararla.
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La margarita
FanfictionBonnie es un robot animatrónico, el cual nace en una fábrica gastada, donde será desarrollado y culminado en amistad hasta madurar y llegar a su mejor trabajo, el cual es en Freddy Fazbear's Pizza. No sólo se conocerá a sí mismo, sino también a la p...