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Kyungsoo se mordió los labios. Hacía un tiempo que envió a su espía personal para confirmar situaciones extrañas que se daban en el palacio. Tenía muchas razones para desconfiar de varias familias cercanas al rey, especialmente las de un par de altos funcionarios. Su padre era un hombre sabio y justo, pero a veces pecaba un poco de ingenuo al confiar en ciertas personas ciegamente. Kyungsoo no confiaba ciegamente ni en sí mismo. 

–Entonces, ¿es verdad que continuarán sus amenazas contra mi hermano mayor?

–Su majestad detuvo que lo envenenaran y probablemente sepan que hay alguien que sospecha de ellos, pero dudo que piensen en usted. Tal como desea, están convencidos de que su interés por el trono es nulo. Mi sospecha es que después de matar al príncipe heredero, querrán deshacerse de su majestad también. He escuchado algo, sobre que parezca que es un accidente.

–¿Un accidente?

–En un entrenamiento. Sabe lo apegado que es el príncipe heredero al arte de la guerra y como ama las actividades físicas. Parecen querer obtener ventaja de esa manera. Sigo investigando sobre los ladrones que los atacaron y si está relacionado con todo esto, pero no he encontrado nada importante aún.

–Entiendo. Bien, ya sabes que hacer. Busca a los infiltrados y encárgate de todo como siempre.

–Sí, majestad– aceptó el hombre y, antes de que pudiera marcharse, el príncipe lo detuvo.

–Mi interés por el trono es nulo– aseguró Kyungsoo. –Prefiero dedicarle mi vida al estudio, pero eso no quiere decir que voy a permitir que arruinen a mi familia. Mi hermano no se interesa tanto por el estudio, pero será un buen rey– el joven dejó salir un suspiro. –Creo que es hora de una paga, ¿no? ¿Qué vas a querer ahora?

–Tal vez caballos, y un poco de dinero en efectivo para los trabajos– pidió el hombre, de la manera más sumisa y cortés.

–¿Y para ti? ¿Por qué nunca pides nada para ti?

–Sujeonggwa con caquis secos.

El segundo príncipe dejó salir una pequeña carcajada. Un hombre que era un espía, experto en artes marciales, valiente como nadie y dispuesto a todo, quería de recompensa por sus trabajos una bebida dulce y golosinas. Le resultaba divertido.

–Pediré que preparen el mejor para ti y te los haré llegar. Pero algún día tendré que pagar tus servicios de verdad. Espero que no sea con mi vida.

Las palabras de Kyungsoo hicieron temblar al espía. ¿Matar al segundo príncipe? Jamás, eso sería imposible. Le debía la vida. No lo había salvado una o dos veces, sino tres. Estaba dispuesto a cualquier cosa por él.

En la primera ocasión el pequeño Oh Sehun tenía apenas diez años cuando sus padres, que trabajaban en el palacio, murieron en un trágico incendio. En vez de dejarlo a su suerte, el príncipe apenas un año mayor a él, tomó la decisión de aceptarlo para que se ganara la vida. Kyungsoo jugaba con Sehun como lo hacía con Baekhyun, Jongin o cualquiera de sus amigos de la corte. Le enseñó a leer y a escribir y lo incluía entre sus amigos cercanos. Pero Sehun no podía estar en el grupo exclusivo, porque no pertenecía a una buena familia.

De adulto, a pesar de los intentos de Kyungsoo de tenerlo cerca, tuvo que hacer actividades más físicas y denigrantes para ganarse la vida. Esa fue la segunda vez que lo salvó. Sehun fue injustamente acusado de robarse la comida que se les llevaba a los jóvenes maestros. Kyungsoo, sin dudarlo, lo defendió y evitó que lo castigaran al asumir la culpa y aceptar que él lo había ordenado, incluso si sabía que Sehun no había tomado la comida.

Entonces, lo apartó de los demás y empezó a entrenarlo. Hizo que se convirtiera en el mejor luchador y le empezó a encargar tareas específicas. Con el tiempo, Sehun se convirtió en el espía del segundo príncipe. Mientras no estaba de servicio, pretendía ser el hijo de una concubina y ocupaba cargos menores en la casa del suegro de Kyungsoo, pero la mayor parte del tiempo trabajaba con sus ropas negras, sus habilidades con la espada, con el arco, sus conocimientos sobre los venenos y sus antídotos. Estaba preparado para resolver las situaciones más peligrosas, lo que lo convirtió en una de las personas de más confianza del príncipe, pero nadie lo sabía. Sólo Jongin.

Nos vemos en el futuro (Kaisoo)Where stories live. Discover now