Con la corte pisando sus talones, Kyungsoo avanzaba por los pasillos que le llevan hasta la cámara del rey. Si su padre le había pedido una entrevista a solas, cosa que le preocupaba extremadamente, era porque seguramente su esposa estaba absolutamente furiosa cuando se enteró de las noticias y decidió denunciarlo. No encontraba otra razón para ser solicitado de esa manera tan urgente.
Minsoo había sido sentenciado para un día en específico, pero su ejecución se adelantó por orden del rey. Al parecer la presión de las familias era muy grande, ya que temían que la decisión siguiera siendo pospuesta y terminara por nunca ser cumplida. Estaba tan sorprendido y afectado como su esposa. La culpa de no poder hacer mucho para salvar a su hermano, por muy culpable que fuera, lo golpeaba fuerte. Pero nada de eso era culpa u obra del segundo príncipe, pero Soo Mi estaba tan impresionada, que se desquitó con su sorprendido marido. No podía juzgarla por llorar su muerte de esa manera, su propia reacción al saber lo de Jongin no fue nada buena en su momento.
Las cosas que la histérica mujer amenazó con decir eran un tanto comprometedoras y, a pesar de estar seguro de tener el apoyo de su padre, odiaba tener que dar explicaciones con respecto a la vida que quería y prefería mantener el privado. De todas formas, su intimidad no era algo que interfiriera con los asuntos importantes del reino. Lo que hiciera en su habitación era su problema, no hacía daño a nadie.
Su relación con Jongin debía ser disfrutada sin interferencias de ningún tipo, de la manera más egoísta, pero que podía hacerlos felices como pareja. Algo que gozaba cualquier hombre de un rango como el suyo sin ser juzgado. Pero esos eran sus pensamientos, ahora temía por la reacción de su padre.
El segundo príncipe se adentró completamente solo a donde fue llamado y se acercó con rapidez hasta estar justo en el lugar donde estaban las visitas del rey. Su padre, vestido con sus ropas finas, murmuraba para sí mismo algo que no podía escuchar desde tan abajo. Kyungsoo prefirió no decir nada, sabía que se le daría una señal cuando deba intervenir.
–¿Cómo pudiste?– la pregunta fue hecha con decepción, recriminando sus acciones con tono decepcionado. –¿Cómo es que se te ocurrió semejante barbaridad? Hacer algo como esto a mis espaldas.
–Padre... yo.
–¿Crees que puedes tomar este tipo de decisiones sin esperar consecuencias? ¿Eso es lo que haces con tus hombres de confianza?
–Padre...
–¡No te he dado permiso para que hables! ¿Qué van a pensar los ministros de ti, de mí, de tu hermano? Yo soy el rey de esta nación. He confiado en el buen criterio de mis hijos más que de nadie más. Sé que eres muy sabio y nunca me he preocupado por tus acciones. Pero ahora, por tu culpa, por tu orgullo y por tu tontería uno de tus hombres más fieles, alguien que valía tanto la pena está muerto.
–¿Muerto?
Kyungsoo sintió que sus piernas le fallaban, su cabeza empezó a dar vueltas y su corazón estaba a punto de explotar. No podía pasar por esto una segunda vez. ¿Cómo? ¿Cómo podía haber pasado algo como eso? Tenía que respirar, no podía echarse a morir en este momento. Necesitaba más información antes de entregarse a sus desesperadas ganas de gritar y llorar.
–Hijo, ¿por qué enviaste a Oh Sehun a espiar a tu suegro? ¿No te das cuenta de todo lo que eso pudo causar? Sabía que tienes a tu gente y que te sirven con fidelidad, que te ayudan a solucionar tus problemas. Pero no me esperaba esto de ti. ¿Por qué traicionar a tu propio suegro de esta manera? Los Lee son una familia muy importante y les has dado una excusa perfecta para que piensen que desconfiamos de ellos y eso nos va a traer grandes problemas. Especialmente con todos los ministros que tiene incondicionalmente de su lado.
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Nos vemos en el futuro (Kaisoo)
FanfictionHay una nueva leyenda. Son doce de nuevo. La teoría del poder aparece. La fuerza roja llena los soles de oscuridad. ¿Qué le pasa a Jongin? ¿Dónde está? ¿Y si te quedas? Esta no es mi época. ¿Les gustó Overdose: Sobredosis de emociones? Bien, les...