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Kyungsoo miró con ansiedad la pequeña pantalla que le indicaba en qué piso estaba el ascensor que esperaba. Daba pequeños golpecitos en el suelo con su pie derecho e incluso se tropezó cuando la puerta cromada finalmente se abrió.

Ya en su piso, debía tener mucho cuidado de no hacer caer ninguna decoración del pasillo, mientras avanzaba a un paso tan rápido como sus piernas se lo permitieron. Estaba desesperado, justo cuando había querido darse un tiempo para sí mismo, para poder cuidar bien de Jongin, las cosas cambiaron por completo, tomándolo por sorpresa.

Cuando Suho le llamó para informarle que Jongin estaba completamente despierto y actuando como él mismo de nuevo, una mezcla de alegría y miedo lo invadió. Su relación no había quedado en buenos términos ¿Iba a seguir enojado y distante? ¿Todo regresaría a la incómoda realidad anterior a su actual situación? La incertidumbre lo afectaba, pero no podía abandonarlo, no cuando el chico se veía tan solo, tan asustado, tan necesitado de él.

Cuando entró a la habitación de Jongin, sin golpear siquiera, lo encontró dormido. En parte era algo bueno, pero por otro lado era un poco incómodo y todo se volvió más tenso aún. Mientras esperaba a que lo escuchara o se levantara, porque no quería despertarlo abruptamente, acomodó un poco las cosas de su mochila, que ha metido al apuro para regresar a tiempo.

Media hora después, se negó a salir de la habitación a pesar de la insistencia de sus compañeros. Quería ser la primera persona que Jongin viera cuando se despertara, para que supiera cuánto se preocupa por él y cuánto lo quería. Se había convertido en una necesidad emocional el poder demostrarlo.

Pero Jongin no despertaba. La desesperación obligó a Kyungsoo a moverlo e , incluso si estaba perfectamente consciente de que el chico tiene un sueño muy pesado, no era para nada normal que no reaccionara siquiera a sus roces, a sus movimientos, hasta sus golpes. Entonces llamó a la única persona que podía ayudarle.

Con cuidado, Lay tocó la frente de Jongin y no le gustó para nada que tuviera un poco de fiebre. Tampoco le parecía en modo alguno prometedor que no se despertara. Intentaron muchas cosas, sin herirlo, con pequeños pinchazos en la piel que intentaran hacerlo reaccionar por más dormido que estuviera.

-Entonces, ¿qué tiene?- quiso saber Kyungsoo.

-Parece dormido, pero muy profundamente. Casi como un coma.

-¿Un coma?- exclamó muy preocupado. -¿Qué debemos hacer?

-Por ahora, tener un poco de paciencia.

***

Jongin abrió los ojos y de inmediato se incorporó. ¡Estaba en la habitación secreta de la biblioteca! No podía ver nada, todo estaba completamente oscuro, ya que la luz natural no entraba ahí y no había ninguna lámpara.

Pero lo sabía, por la experiencia. El olor del ambiente, las texturas de las mantas, el espacio, la familiaridad. No es la primera vez que despertaba en la total penumbra de aquel lugar.

Por fin.

No importaba lo cansado que estaba, no importaba que todo estuviera oscuro, Jongin se negó a dormir, se obligó a sí mismo a mantenerse despierto y pensar en un plan que lo ayude a encontrar a Kyungsoo sin levantar demasiadas sospechas. No sabía cómo lucía o cuál era la situación política afuera, pero también temía que con su ausencia el príncipe ya no visitara su escondite secreto.

Pero, a pesar de todos sus esfuerzos, su cuerpo exhausto y frágil terminó rindiéndose al cansancio y cayó en un sueño no tan profundo, porque parecía que todavía tuviera suficiente voluntad para estar alerta.

Le resultaba imposible saber cuánto tiempo ha pasado cuando escucha un ruido que lo sobresalta. Alguien está entrando al lugar y, por la lentitud y calma de sus pasos, puede adivinar que se trata de la única persona a parte de él que conoce ese espacio. Jongin se incorpora, sentándose sobre la cama.

Nos vemos en el futuro (Kaisoo)Where stories live. Discover now