Amor Destructivo. Disponible en Físico & PDF (Links in bio)

71.

—Ella no. Lo bueno es que se va. Estaba pensando que…. Empezó a decir de forma lenta levantando la mano y acariciándole la mejilla. Nirvana se quedó de piedra al sentir su cercanía. No pudo reaccionar a tiempo, lo veía acercarse y ella estaba como frisada, pegada al suelo. ¿Él la iba a besar? Se preguntó en pánico. 
En ese momento la voz de Justin la sobresaltó, él aún tenía la mano en su mejilla. —Cristóbal, vamos al estudio ¡Ahora! Gritó la última palabra. Él se apartó de ella y siguió a Justin. 
Justin vio a su amigo entrar al estudio, llevó una mano a su frente, intuía lo que estaba pasando y no le estaba gustando nada. —Entiendo que necesites una esposa, empezó a decir observándolo… —Lo entiendo, no te diré que yo la necesitaba, pero conozco el sentimiento de estar rodeado de personas y sentirse solo. Completamente solo. Vacío. Pero no quiero que confundas las cosas… Yo te aprecio muchísimo, eres mi mejor amigo, pero no… No lo estás haciendo bien, yo sé que nirvana ama a los niños y cumple con todas las condiciones que buscas en una esposa, es astuta, comprensiva, pero… Es mi esposa, Cristóbal. Yo sé que la quisieras para que sea la mamá de Sally pero yo quiero que ella sea la mamá de mis propios hijos. ¿Entiendes? Yo no quiero romper nuestra amistad. Pero ella es mía. Y como veo que estás algo confundido creo que lo mejor será que aparte a Sally de nirvana… por un tiempo. Te prometo que te ayudaré a buscar una esposa, una que quiera a Sally y sea atenta, comprensiva… Pero sobretodo una chica que no sea nirvana, a ella no pienso compartirla con nadie, es mía y la amo. Espero que lo entiendas. 
Cristóbal miraba al piso con tristeza, Justin tenía razón, debía buscar en otra parte, nirvana quería mucho a Sally pero no lo quería a él. Ella y Justin se querían y él no se metería en el medio. —Entiendo, dijo lentamente.
Justin se acercó a él y lo abrasó. Lo hizo porque sabía lo que era sentir ese hueco en el pecho y que nada pudiese llenarlo. Ambos salieron del estudio y vieron a Sally sentada en el balcón mirando al cielo y a nirvana abrasando por la espalda a la niña. —Mira, tiene forma de caramelo, dijo la niña. 
—Sí, y aquella es como si fuera un oso.
— ¡Un oso blanco!
Nirvana sonrió. —Bueno no sé el color pero podría ser un oso azul, dijo sonriendo.
—Quisiera que fueras mi mamá, dijo la niña pensativa.
— ¿Sabes? Le dijo nirvana besando su mejilla. —No soy tu mamá pero justin es tu padrino, y yo soy la esposa de él, así que oficialmente soy tu madrina.
La niña llevó ambas manos a su boca. — ¿Madrina? ¿En serio?
—En serio, preciosa, le dijo abrasándola con fuerza.
La niña giró y se bajó del balcón, corrió en dirección a su padre. — ¡Nirvana es mi madrina! exclamó sonriendo. 
Él la alzó en sus brazos. —Sí que lo es. Dijo dándole un beso en el pelo. —Vámonos a dormir. Hoy dormiremos juntos, le dijo sonriendo. Sally aplaudió y ambos avanzaron por el pasillo y entraron a una habitación.
Nirvana se quedó apoyada en el balcón observando a justin, el cual se veía más hermoso que nunca, no tenía el aspecto maligno que la aterraba a veces, su mirada estaba relajada y sonreía. Se acercó a ella y la atrajo a sus brazos. Ambos se quedaron así, abrazados unos minutos, ella por alguna razón amaba cuando él estaba de esa manera. —Estás preciosa, cielo, le dijo besando su mejilla. 
Ella sintió que sus mejillas enrojecían, él la alzó en sus brazos y la llevó a la habitación. Nirvana se sentó en la cama y lo atrajo a su cuerpo, él la abrasó. —Te voy a llevar a tu comarca la otra semana ¿Bien? 
Ella sonrió, se sentó a horcajadas en su cintura y lo besó. —Bien, dijo sonriendo. —Gracias.